Mundo Salud

Este es un espacio de noticias y consejos relacionados con la nutrición, la salud y el estilo de vida, para estar al tanto de los avances de la ciencia y practicar el auto cuidado responsable.

lunes, abril 30, 2007

La dieta mediterránea previene las alergias

WASHINGTON (Reuters). Una dieta de estilo mediterráneo, rica en frutas, verduras y aceite de oliva, puede ayudar a reducir las alergias respiratorias infantiles y el asma, informaron investigadores. El estudio sobre niños que vivían en la isla griega de Creta mostró que la dieta explicaría por qué allí las alergias cutáneas son tan comunes como en otros lugares, pero las sibilancias y los estornudos son menos frecuentes.

El equipo del doctor Paul Cullinan, del hospital británico Royal Brompton, y el Instituto Nacional del Corazón y Pulmón, estudió a 690 niños y jóvenes de entre 7 y 18 años. Los niños que comían la mayor cantidad de frutas frescas y nueces eran los menos propensos a sufrir alergias respiratorias, mientras que aquellos que consumían más margarina eran los más propensos a tener ese problema, reveló el estudio.

"El 80% de los niños comían frutas frescas" y el 68%, vegetales", escribieron los expertos en el informe publicado en la revista "Thorax". Las uvas, las naranjas, las manzanas y los tomates frescos -los principales productos locales en Creta- no tuvieron efecto sobre las alergias de la piel, pero los niños que comían más de estos alimentos eran menos propensos a padecer sibilancias o goteo nasal, hallaron los autores.

"Se descubrió que un alto consumo de nueces está inversamente asociado con las sibilancias, mientras que la margarina aumenta el riesgo tanto de desarrollar sibilancias como rinitis alérgica. La dieta explicaría la relativa falta de síntomas alérgicos en esta población."

Los autores dijeron que las uvas nunca antes habían demostrado ser una protección contra las alergias. Los compuestos hallados en la piel de la uva, especialmente las sustancias antioxidantes, serían responsables de ese efecto.

Fuente: diario La Nación.

Promover la actividad física implica ganar cantidad y calidad de vida

Es lo que se afirmó frente a expertos internacionales, en marzo pasado, durante una reunión convocada por el Ministerio de Salud de la Nación en la que se presentó el programa “Argentina Camina”

Se realizó en Buenos Aires una reunión entre expertos internacionales en la promoción de la actividad física y miembros de organizaciones no gubernamentales, representantes de sociedades científicas e integrantes de oficinas gubernamentales dedicadas a la temática, marco en el que el Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, aseguró que “promover la actividad física implica ganar cantidad y calidad de vida”, al tiempo que definió al programa “Argentina Camina” como una “política de Estado” que desplegará “acciones para la vida saludable a escala humana, en los municipios, en los barrios y en los 6500 Centros de Atención Primaria de la Salud de todo el país”.

“La especie humana duerme menos, come más y realiza menos ejercicio, y esto está produciendo un efecto gravísimo”, explicó el funcionario, quien recordó que “antes las horas de juego de un chico implicaban movimiento; hoy esto cambió y la estructura social está armada para el ahorro del esfuerzo”.

González García añadió que la iniciativa para combatir el sedentarismo “es una decisión plena del Gobierno, y por eso estamos trabajando con todas las áreas en su desarrollo”, al tiempo que agregó que “el ministerio está abierto para la participación de todos los sectores porque queremos que sea un programa masivo, que este en todos los lugares de la Argentina”.

El ministro recordó que tiempo atrás, el secretario de Salud de los Estados Unidos, Michael Leavitt, le expresó una definición a la que calificó como “terrible”, y es que “por primera vez como consecuencia del sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo, los epidemiólogos evalúan que esta generación va a vivir menos que la anterior”.

Al justificar la realización del encuentro, el titular de la cartera sanitaria nacional expresó que “hemos buscado la experiencia propia y la ajena, porque esta es una construcción de masa crítica dentro de la sociedad para la que hemos puesto todos los focos que iluminen el camino”.

Motivadas por los resultados de la Primera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, las autoridades sanitarias nacionales percibieron que casi 1 de cada 2 personas no realizan actividad física en la Argentina, y casi la mitad de la población tiene obesidad o sobrepeso. Esto constituye un escenario propicio para el aumento de enfermedades cardiovasculares, glucemia elevada o hipertensión arterial, entre otras enfermedades no transmisibles.

El ministro González García estructuró así el programa “Argentina Camina, hacia una vida más saludable”, para afrontar los determinantes de la inactividad física y de esa manera poder mejorar la calidad de vida de la población. El mismo se encuentra en su fase final de elaboración, que implica la consulta tanto a los actores involucrados como a los principales referentes de políticas similares de otros países del mundo.

Las conferencias se realizaron en la sede de la Confederación Farmacéutica Argentina, con el auspicio del ministerio de Salud de la Nación y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El encuentro fue presidido por el ministro González García, quien estuvo acompañado por el secretario de Deporte de la Nación, Claudio Morresi, el representante de la OPS en Argentina, Antonio Pagés y el coordinador del programa Argentina Camina, Atilio Savino.

En ellas expuso Víctor Matsudo, el creador de “Agita Sao Paulo” –programa que nació en ese estado brasileño pero que luego fue adoptado como política nacional en el vecino país–, quien afirmó que “en los últimos años la especie humana cambió sustancialmente su comportamiento; la ingesta de comidas grasas es uns razón importante, pero la televisión es aún más determinante”, y reafirmó que “el sedentarismo es más prevalente entre las mujeres de bajo nivel educacional y entre los más pobres“.

El experto brasileño, ex médico de la selección brasileña de básquet, fue tajante al manifestar que “el sedentarismo mata. Un flaco que no hace actividad física tiene menos chances de vivir que un gordo que sí la realiza,” y concluyó que el sedentarismo “mata más que otras enfermedades”.

Matsudo recomendó el consumo de “agitol”, un medicamento de fantasía –en realidad una caja vacía–, que invita a los médicos a prescribir la actividad física y a la gente a consumir caminatas durante treinta minutos por día. “Una persona sedentaria tiene grandes posibilidades de sufrir disfunciones eréctiles”, concluyó el especialista brasileño.

A su turno, John Ainsworth, un británico que tiene a cargo el programa gubernamental “Sport England”, quien se refirió a los nuevos paradigmas para hacer atractivo entre la población el cambio de actitudes para una vida saludable. Ainsworth recomendó pensar en “mensajes múltiples que contemplen a distintos sectores de la población”, y recalcó el espacio de interacción, encuentro y empatía que es necesario para involucrar al público”.

El especialista aclaró que la promoción de la actividad física no es solo un problema de información, y destacó la necesidad de “aplicar políticas públicas desde las que se pueda dar respuestas estructurales a la gente, como dónde practicar deportes, en qué condiciones y con quiénes”.

Por su parte, Enrique Jacoby, investigador de la OPS, destacó que en las Américas más de 3 millones de personas mueren principalmente por la mala calidad de la alimentación y la falta de actividad física. “Esto no se va a resolver si no lo prevenimos”, aclaró Jacoby, y agregó que “las siguientes generaciones ya no van a alcanzar la expectativa de vida de hoy”, por lo que celebró “el énfasis que el ministerio argentino está poniendo en la prevención”.

Por ultimo, Gonzalo Sterling, promotor de Ciclorecreovías en Chile, abogó por la utilización de alternativas saludables al uso de automóviles. La remodelación de espacios públicos para realizar actividad física y el cierre “de accesos principales de las ciudades durante los domingos y feriados para que la gente pueda caminar, andar en bicicleta o realizar otro tipo de actividad física”, fue el programa en el que el experto chileno puso mayor énfasis. Ofreció a la Argentina asesoramiento en la implementación de éstos mecanismos, junto a una reestructuración del sistema de transporte y seguridad.

Fuente: Ministerio de Salud.

Testigo de la anorexia

La autora de un documental sobre trastornos alimenticios cuenta su experiencia

Lauren Greenfield visitó por primera vez Renfrew, un centro para tratar trastornos alimenticios, hace una década, para realizar un reportaje en la revista Time. Volvió en 2002, dentro de un amplio proyecto personal sobre la cultura juvenil. Alguien debía contar la historia de las chicas allí ingresadas.

"Las mujeres eran inteligentes y elocuentes y merecían una voz para que se contasen sus historias. Esta enfermedad mental afecta a mujeres inteligentes, perfeccionistas y obsesivo-compulsivas", cuenta la fotógrafa.

Así que Greenfield volvió de nuevo a rodar su primera película documental: "Thin". Fueron cuatro meses (en 2004) en este centro al sur de Florida. Acompañada por un pequeño equipo compuesto únicamente por mujeres, se ganó la confianza de las chicas y ha sido testigo de su difícil lucha contra estos trastornos. El documental, un libro de fotografías, una exposición (actualmente en el Women´s Museum de Dallas, EEUU) cuentan aquella experiencia. Ahora, Greenfield lo relata a elmundo.es.

Pregunta.- Ya había estado anteriormente en Renfrew realizando fotografías. ¿Por qué decidió volver a rodar un documental?
Respuesta.- Quería volver a Renfrew y hacer una película sobre trastornos de la alimentación porque había hecho fotografías allí para mi libro "Girl Culture" y sabía que era un tema importante. "Girl Culture" trataba de cómo las mujeres convierten sus cuerpos en proyectos. Los trastornos alimenticios son el proyecto corporal más patológico. Son un ejemplo convincente y trágico del modo en el que las mujeres utilizan sus cuerpos y sus voces.

Hay muchas ideas erróneas sobre los trastornos alimenticios. Se cree que son enfermedades que se eligen.

A medida que conocía a las mujeres y sus historias, las encontré más y más interesantes e importantes. Aunque están muy enfermas, son personas con las que la audiencia puede relacionarse y puede sentir compasión por ellas. Los trastornos alimenticios son un tema importante porque afectan 1 de cada 7 mujeres estadounidenses menores de 25 años, así que es una enfermedad increíblemente frecuente y, sin embargo, realmente no conocemos una cura.

P.- ¿Qué fue lo más impactante de su estancia en el centro?
R.- Me impresionó la inteligencia de las mujeres, su capacidad para comprender su enfermedad y dar voz a la lucha que la acompaña, y su valentía y candor al compartir sus historias y sus vidas de manera tan pública en la película.

P.- ¿Qué tipo de mensaje intenta enviar con "Thin"?
R.- Espero aumentar la concienciación sobre lo que supone sufrir un trastorno alimenticio y el proceso de su tratamiento. Hay muchas ideas erróneas sobre los trastornos alimenticios en la cultura popular. La gente piensa que son enfermedades que se eligen, fruto de la vanidad, propias de estrellas de cine y actrices, de niñas ricas. Se cree que todo el mundo que tiene un trastorno alimenticio es esquelético, blanco y adolescente.

Las mujeres eran inteligentes y locuaces. Merecían una voz que contase su historia.

A partir del libro y de la película, espero que la gente comprenda que esta es una grave enfermedad mental que es increíblemente tenaz y difícil de tratar. Los trastornos alimenticios afectan a mujeres de todas las edades, formas y tallas y procedentes de diferentes entornos socioeconómicos y raciales.

P.- Su documental y sus fotografías retratan la cultura popular y sus problemas. ¿Tiene algún nuevo proyecto al respecto?
R.- Continúo explorando el modo en el que los estadounidenses se ven afectados por la cultura popular, la cultura del materialismo y el hecho de que convirtamos nuestros cuerpos en proyectos. Desde [que hice] el documental, he estado experimentando con proyectos multimedia e incorporando audio y vídeo a mi fotografía para producir contenidos documentales en internet.

Fuente: El Mundo.es.

El 46 % de los niños indios menores de 3 años sufre malnutrición

Drama social

El 46% de los niños indios menores de 3 años están mal alimentados y hasta un 80% de ellos sufre de anemia. Ése fue el resultado de la Encuesta Nacional del Ministerio de Salud y UNICEF, presentada en Nueva Delhi. Estos grados de malnutrición son peores que en África subsahariana, donde el porcentaje de niños con bajo peso alcanza entre 35% y 40%. "En India [la causa] no es la falta de recursos ni de infraestructura, sino las prácticas inadecuadas de alimentación, como la frecuencia y la calidad", asegura Werner Schultink, jefe de nutrición y desarrollo infantil de UNICEF en India. A diferencia de lo que pasa en África, donde hay menos recursos, India tiene un enorme potencial de resolver estos problemas a tiempo, dice Schultink.

Una de las principales causas de la malnutrición de los niños, es que las mujeres se casan muy jóvenes y no tienen los conocimientos necesarios sobre cómo alimentar y cuidar a sus hijos, asegura Marzio Babille, encargado de salud de UNICEF India. También, que las embarazadas en el 58% de los casos están anémicas, y por lo tanto el bebé nace con bajo peso, y que raramente puede recuperarse de esta deficiencia a lo largo de su vida, afirma el experto. "Los niños desnutridos, con bajas defensas, no pueden sobrevivir a enfermedades como la diarrea o las infecciones respiratorias".

Fuente: El País.es.

Se eliminarán en el país las grasas malas para el corazón

Es una iniciativa de la OPS en la región

Esta vez, la Argentina se mantuvo firme ante las dudas de otros países americanos: hay que eliminar -y no reducir- de los alimentos grasas dañinas para la salud que, una vez en el organismo, elevan el riesgo cardíaco.

Así es como, desde el jueves último, nuestro país adhiere al documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que crea un grupo de trabajo regional para "eliminar virtualmente toda la producción y el consumo de las grasas trans producidas industrialmente", como lo resume el segundo de los seis puntos que dan cuerpo a las conclusiones.

"Aunque cada país de América Latina responderá a esta iniciativa según su realidad, todos coincidimos en que las enfermedades crónicas, que antes eran de los ricos, ahora también las sufren los pobres... Y esto se debe a la epidemia de obesidad por el aumento del consumo de comida chatarra [rica en ácidos grasos trans]", señaló ayer a LA NACION vía telefónica desde Washington el doctor Marcelo Tavella, director del Programa de Prevención del Infarto (Propia) de la Universidad Nacional de La Plata.

Para el representante argentino en el grupo de trabajo, "era hora de que la OPS tomara una iniciativa como ésta", y en cuanto a la participación de la Argentina opinó que "es muy favorable que se convoque a una universidad a discutir el tema y a los que tenemos tanto camino recorrido en esto". Claro que esa invitación no fue azarosa: el Propia trabaja desde hace años para lograr que en nuestras mesas haya alimentos más sanos.

De hecho, con la ayuda de las intervenciones que promueve el Propia y según datos extraoficiales, nuestro país disminuyó desde 2006 un 40% la producción industrial de grasas trans. Es decir que de una producción anual de 300.000 toneladas de grasas derivadas de la hidrogenación de los aceites vegetales utilizados para elaborar panes, galletitas dulces y saladas, aderezos para ensaladas, facturas, comidas rápidas, barras de cereales y golosinas, entre tantos otros alimentos de consumo masivo, se pasó a 180.000 toneladas.

Este dato, sumado a experiencias con resultados concretos, como la de la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca, que desde 2006 elabora el primer pan anticolesterol, es decir, libre totalmente de grasas trans, al mismo precio que el pan tradicional, despertó asombro entre los asistentes y la felicitación del doctor Walter Willet, pionero estadounidense en la investigación sobre esos ácidos grasos.

Willet dirige el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y su más reciente hallazgo es una relación entre la obesidad y el consumo de estas grasas dañinas, que aumentan el colesterol LDL o "malo" y reducen el nivel del colesterol HDL o "bueno".

Cálculos saludables

Luego de un almuerzo libre de grasas "malas", según precisaron fuentes de la OPS, el doctor Dariush Mozaffarian, otro reconocido científico de Harvard, precisó los beneficios que obtendrán los países que opten por reemplazar las grasas trans por aceites alternativos, como el de girasol alto oleico (omega-9).

Según indicó, reducir un 2% (4,5 gramos) el consumo diario de grasas trans -etiquetadas bajo el nombre "aceite vegetal parcialmente hidrogenado"- evitaría la muerte de entre 30.000 y 130.000 personas en América Latina. Y si esa reducción fuera del 4% (9 gramos), se estima que podrían salvarse entre 62.000 y 225.000 personas.

Actualmente, la alimentación promedio puede cruzar la barrera de los 5 gramos de grasas trans por día, mientras que una porción de papas fritas puede alcanzar los 8 gramos. Y "si a la grasa saturada de la carne vacuna consumida en el país le sumamos los productos hidrogenados, es razonable considerar que la alimentación tiene un papel primordial en la morbimortalidad por aterosclerosis", señala un documento del Propia.

La iniciativa de la OPS insta a que los sistemas científicos inviertan recursos en la obtención de nuevos sustitutos alimentarios y a que la legislación castigue a las empresas que no cambien el contenido de sus productos. "Estamos seguros de que son grasas tóxicas para la salud: la evidencia de su efecto hiper
colesterolemiante es contundente".

Fuente: La Nación.com.

Reducir el consumo de sal previene el infarto

Estudio en EE.UU.

WASHINGTON (Reuters).Consumir menos sal no sólo reduciría la presión arterial sino que disminuiría el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca en general. Un equipo de científicos halló que las personas con presión arterial elevada que disminuyeron la ingestión de sodio entre 25 y 35% redujeron 25% el riesgo de enfermedad cardio y cerebrovascular.

Esta reducción del riesgo se mantuvo durante 10 a 15 años. La doctora Nancy Cook y sus colegas, del Brigham and Women´s Hospital y la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, EEUU., estudiaron a más de 3000 personas que formaban parte de una investigación sobre dietas reducidas en sal y sus efectos en la presión arterial.

Aquellos participantes que fueron asignados a una dieta baja en sal tuvieron menor riesgo de desarrollar varios tipos de enfermedad cardiovascular, aún 10 a 15 años después, informaron los investigadores en la edición online de la revista British Medical Journal. Estos pacientes también fueron un 20% menos propensos a morir que las personas que siguieron la dieta normal.

"Nuestro estudio provee evidencia única de que la disminución del sodio podría prevenir la enfermedad cardiovascular, y debería despejar cualquier preocupación residual respecto de que la reducción del sodio sería perjudicial", escribió el equipo.

La ingesta de sodio está claramente relacionada con la presión arterial alta y el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre, de los EEUU., que financió el estudio, recomienda reducir su consumo.

El equipo de Cook indicó que la sal afectaría la salud de las arterias y el corazón de modo que van mucho más allá de la presión arterial. El sodio haría a los vasos sanguíneos menos capaces de expandirse y contraerse, y endurecería las células cardíacas, añadieron los científicos.

Fuente: Diario La Nación.

Leptina en alimentos infantiles para no engordar nunca

Investigadores del Laboratorio Clore, de la Universidad de Buckingham (Reino Unido), están desarrollando alimentos en los que se incluye leptina, conocida como la "hormona del hambre", según un artículo que se publica en "Chemistry & Industry". Según los científicos, aquellas personas que consuman estos alimentos a edad temprana podrían permanecer delgadas a lo largo de su vida.

El grupo de Investigación Metabólica del Laboratorio de Clore, dirigido por Mike Cawthorne, ha demostrado que los suplementos de leptina en la dieta de ratones al inicio de su vida dan lugar a que estos animales nunca engorden ni desarrollen diabetes.

El organismo produce a lo largo de toda su vida leptina, hormona que desactiva el hambre en el cerebro. Su descubrimiento supuso un hito, pero la investigación en adultos resultó desalentadora, pues los individuos desarrollaban pronto resistencia a los efectos de extinción del hambre. El Dr. Cawthorne propone que si se proporciona leptina lo suficientemente pronto se establece un equilibrio energético en el organismo.

Fuente: Jano on line.

FDA: no hay pruebas de que el aspartamo produzca cáncer

Faltan datos concluyentes

Una revisión de un estudio de 2005 realizado en Italia revela que no hay "datos ni pruebas" que confirmen la teoría de que el aspartamo, como sustituto del azúcar, produzca cáncer, aseguró un experto de la FDA.

Esta agencia reguladora estadounidense indica que no se encontró ningún dato científico que lleve a cambiar su postura respecto a la inocuidad del aspartamo, explicó la directora de la oficina para la seguridad de los alimentos, Laura Tarantino, quien recordó que en 1981 la FDA confirmó que el aspartamo era inocuo para su uso alimentario.

El citado estudio aseguraba que ratas tratadas con aspartamo desarrollaban más linfomas y leucemias, aunque la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria revisó los datos y explicó que no compartía estas conclusiones, reiterando su postura sobre la inocuidad de este edulcorante bajo en calorías. La FDA procedió a hacer una revisión independiente del estudio, aunque no recibió los datos adicionales que había solicitado.

El aspartamo se vende desde hace 25 años y se encuentra en multitud de productos, como chicles, refrescos o incluso algunos medicamentos.

Fuente: Jano on line.

martes, abril 24, 2007

La presión arterial indica si la población de un país es feliz o no

La presión sanguínea está relacionada con la satisfacción ciudadana. Suecos, daneses y británicos son los europeos más dichosos.

Se imagina que algún día además, o en lugar del Producto Bruto Interno (PBI) o la renta "per cápita", los analistas económicos empleen las cifras de tensión arterial para evaluar el bienestar y la felicidad de los ciudadanos, así como la bonanza de una nación?

A pesar de parecer una idea extravagante, algunos especialistas no lo ven descabellado. El motivo es que, según un informe de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Massachusetts, EEUU., la presión sanguínea de la población es un indicador bastante fiable de su nivel de vida y de su alegría.

EUROBARÓMETRO

Los autores partieron del Eurobarómetro, una encuesta de carácter eminentemente económico que se realiza a más de 15.000 ciudadanos de 16 países europeos, entre los que figura España.

Las cuestiones giran en torno a casi todos los aspectos de la vida, desde la salud mental y física, la calidad del sueño y el descanso, sus preocupaciones, hasta sus niveles de satisfacción personal o profesional. En esta ocasión, se hizo especial hincapié en incluir los problemas de presión en esta batería de preguntas.

Estos factores emocionales tienen una influencia directa en la cascada de reacciones endocrinas (producción de sustancias químicas implicadas en los procesos inflamatorios y en dolencias cardiovasculares) que condicionan la salud de un individuo. Los resultados revelan que Suecia, Dinamarca y Reino Unido son los países más felices y los que, a la sazón, muestran tener la tensión arterial más baja.

Por el contrario, Portugal, Alemania y Finlandia se sitúan a la cola de este curioso ranking. Además de ser los europeos que se sienten menos afortunados, registran problemas de hipertensión importantes. Tal y como se recalca en la investigación, la tensión arterial elevada se ha convertido en una plaga en los países occidentales. España se sitúa justo en la mitad de la clasificación, por detrás de Luxemburgo y delante de Grecia.

Se da la circunstancia de que, además, Suecia tiene la esperanza de vida más larga dentro de los países evaluados; mientras que nuestos vecinos lusos ostentan la más corta.

Los especialistas creen que su trabajo es valioso porque aporta un parámetro clínico objetivo (la presión arterial) para determinar la felicidad y, en consecuencia la salud y el equilibrio mental de una persona, aspectos mucho más difusos a la hora de hacer un análisis en la consulta. Éstos admiten que «aunque hay evidencias de que la gente más dichosa tiene la presión arterial mejor controlada», la felicidad es algo subjetivo. Además, las diferencias socioculturales entre los diversos países hacen que en cada uno este término pueda entenderse de diferente manera.

Por otro lado, en algunas culturas no es aceptable admitir la infelicidad y el hecho de padecer trastornos depresivos o ansiedad supone una especie de estigma. Esto alteraría un poco los resultados del sondeo ya que, llevados por estos motivos, algunos encuestados podrían haber "suavizado" sus respuestas.

En cualquier caso, opinan que «aunque parezca extraño plantear una cuestión así en 2007, quizá la presión arterial llegue a ser un factor que se valore junto a otros meramente monetarios y que los economistas tengan que trabajar junto con los médicos en el diseño de políticas económicas de cara al futuro».

Fuente: El Mundo.es.

Trasnochadores con más insomnio que los madrugadores

Los ritmos biológicos no son iguales en todas las personas, algunas son trasnochadoras y otras madrugadoras. Un nuevo estudio revela que el insomnio se ceba más con los primeros que con los segundos, al constatar que las personas trasnochadoras presentan más síntomas patológicos relacionados con el insomnio, a pesar de que muchas de ellas tienen la oportunidad de compensar su falta de sueño nocturno prolongando su estancia en la cama y pudiendo sumar más horas de descanso.

En este trabajo, publicado en el número de abril del "Journal of Clinical Sleep Medicine" y realizado por el equipo de Jason C. Ong, de la Universidad de Stanford EEUU., participaron 312 pacientes clasificados como cronotipos matinales, intermedios y nocturnos basándose en sus puntuaciones en una escala que mide las desviaciones horarias del reloj biológico hacia la noche a hacia la mañana (Morningness-Eveningness Composite Scale).

En comparación con las personas de los grupos de madrugadores e intermedios, las personas con insomnio que preferían las actividades vespertinas (es decir, los trasnochadores) manifestaron el mayor número de irregularidades del sueño y la vigilia, así como una mayor inquietud nocturna que les hacía despertarse.

"Nuestros hallazgos indican que otros ensayos deberían estudiar la relación entre los ritmos circadianos y el insomnio, sobre todo con la gravedad del grupo de trasnochadores", señala Ong. "Estos factores pueden servir para perpetuar el trastorno de insomnio, y podría ser de especial importancia tener en cuenta cuándo se trata a este subgrupo".

El insomnio, una categoría de los trastornos del sueño definida por dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo, despertarse demasiado pronto o una mala calidad del descanso, es la queja más común relacionada con el sueño a cualquier edad. En torno a un 30% de los adultos padecen síntomas de insomnio.

La cantidad de sueño de una persona afecta a su salud física, su bienestar emocional, sus capacidades mentales, su productividad y su rendimiento. Estudios recientes asocian la falta de sueño con problemas graves de salud, como un mayor riesgo de depresión, obesidad, cardiopatías y diabetes.

Los expertos recomiendan que los adultos duerman entre 7 y 8 horas cada noche para mantener una buena salud y un rendimiento óptimo. Y recomiendan a quienes crean padecer insomnio u otro trastorno del sueño que comenten el problema con su médico de cabecera, que les remitirá a un especialista.

Para este estudio se realizaron, entre los diferentes grupos, comparaciones de las mediciones de sueño nocturno realizadas por los propios pacientes, de la variabilidad del periodo de sueño y vigilia, y de las consecuencias que ocasionaba el insomnio.

Fuente: El País.es.

La obesidad empeora el pronóstico de ACV

MADRID.- Un estudio publicado en la revista "Archives of Neurology" demuestra que los pacientes obesos que sufren trombosis cerebral tienen más riesgo de tener que ir a un centro de rehabilitación después del alta y de estar más tiempo ingresados que los pacientes con peso normal o delgados.

La obesidad aumenta el riesgo de tener trombosis cerebral. Además, los pacientes con exceso de peso tienen un estado proinflamatorio, protrombótico y un aumento del riesgo de tener complicaciones durante el ingreso hospitalario, por lo que, incluso aunque no influyera en el número de casos de ictus, la obesidad podría hacer que la evolución de los pacientes fuera peor.

Peores pronósticos con obesidad

En la actualidad sabemos que el pronóstico de los pacientes con obesidad es peor, tanto en poblaciones generales como cuando se miran pacientes con enfermedades en concreto, como patologías cardiacas o algunos tumores.

Un grupo de investigadores estadounidenses, del Departamento de Neurología del UCLA Stroke Center, de Los Angeles, California, liderados por el doctor Tannaz Razinia, ha publicado un estudio en el que relaciona el índice de masa corporal (peso dividido la talla al cuadrado) con la evolución de un grupo de 805 pacientes con una trombosis cerebral.

Dividieron a los enfermos en cuatro grupos: consideraron delgados a los pacientes con un índice de masa corporal por debajo de 25, con sobrepeso a los que tenían de 25 a 30, con obesidad grado 1 a los que tenían de 30 a 35 y con obesidad grado 2 a los que tenían más de 35.

La edad media de los pacientes fue de 65 años. Las personas con obesidad grado 2 eran más jóvenes (62 años, frente a los 74 de los pacientes delgados), había más hombres en el grupo (58%, frente a un 39% en el grupo de los que tenían un IMC menor de 25) y el número de diabéticos era superior (53% en los obesos, frente a 18% en los delgados).

Los pacientes con obesidad estaban ingresados, como media, un día más que los pacientes no obesos (6 días frente a 5 días). Además, el riesgo de tener que ser remitidos a un centro de rehabilitación (porque no tenían autonomía y precisaban ayuda en el momento del alta) era superior en los pacientes que pesaban más.

Sin embargo, la gravedad de la trombosis no fue diferente en los grupos en función del peso del paciente. Por tanto, los datos reflejan que, en caso de similar gravedad, los pacientes obesos tienen una peor evolución.

"Aunque este estudio no permite determinar los motivos de por qué los pacientes obesos precisan más apoyo al alta tras un ictus, y están más tiempo hospitalizados, nos ayuda a identificar a un subgrupo de especial riesgo entre los individuos que sufren una trombosis cerebral" comentan los autores del estudio.

Fuente: El Mundo.es.

Apnea del sueño e insuficiencia cardíaca

MADRID.- Los enfermos de insuficiencia cardíaca que padecen apnea tienen un riesgo de muerte 2 veces más alto que aquellos que no tienen este trastorno del sueño, según un estudio publicado en la revista "Journal of the American College of Cardiology".

Descubrir y diagnosticar de forma temprana este trastorno es, por tanto, fundamental para mejorar el pronóstico de los pacientes con insuficiencia cardiaca, según afirman los autores de este trabajo.

La apnea se caracteriza por interrupciones repentinas de la respiración durante el sueño, que se producen al menos de 15 a 20 veces en una hora. Quien la padece suele combinar momentos de fuertes ronquidos con períodos silenciosos en los que deja de respirar.

Según han demostrado otros estudios, uno de los tipos de esta enfermedad, la apnea obstructiva (la garganta y la nariz no permiten la entrada adecuada del aire a los pulmones) es un trastorno muy común entre las personas que padecen insuficiencia cardiaca.

La apnea contribuye a incrementar algunos factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial o los niveles de la proteína C-reactiva.

Aunque otros trabajos habían estudiado una relación entre ambos males, ninguno había analizado hasta el momento la posibilidad de que este tipo de apnea aumentara de forma considerable el riesgo de muerte entre estos pacientes.

Las tasas de mortalidad se duplican

Este reciente trabajo, dirigido por el doctor Douglas Bradley, coordinador del área de investigación del sueño del Hospital General de Toronto, Canadá, ha mostrado que la tasa de mortalidad de los pacientes con insuficiencia cardiaca que tienen apnea del sueño duplica a la de aquellos enfermos que no presentan este último trastorno.

La investigación realizó un seguimiento a 164 enfermos de insuficiencia cardiaca durante una media de siete años. De ellos, 113 no padecían apnea, 37 presentaba este trastorno aunque no recibía ningún tratamiento para el mismo y el resto padecía apnea y se trataba con CPAP (un dispositivo que se coloca en la boca mientras el paciente duerme para mantener abiertas las vías respiratorias).

Además de demostrar que en pacientes con insuficiencia cardíaca padecer apnea constituye un factor de riesgo de muerte independiente de otras circunstancias, el estudio también puso de manifiesto que la mortalidad tendía a ser más baja en los pacientes con apnea que se trataban con CPAP, si bien los datos no resultaron suficientemente significativos (no hubo ninguna muerte en los 14 pacientes tratados con CPAP).

Por otro lado, esta investigación también descubrió que muchos pacientes con insuficiencia cardiaca padecían también apnea aunque no lo sabían, ya que no presentaban síntomas habituales de la enfermedad, como dolor de cabeza o somnolencia durante el día. Diagnosticar rápidamente la apnea en un enfermo de insuficiencia cardiaca es, según explican los autores de este trabajo, un objetivo primordial, ya que contribuiría a reducir las tasas de mortalidad.

Aunque los autores del estudio reconocen que el trabajo tiene varias limitaciones, afirman que sus conclusiones dan pie a nuevas investigaciones más exhaustivas que puedan proporcionar más datos sobre la relación entre la apnea y la insuficiencia cardiaca.

Fuente: El Mundo.es.

¿La HTA una enfermedad del cerebro?

La hipertensión podría ser una enfermedad de los vasos sanguíneos del cerebro, según un estudio de la Universidad de Bristol (Reino Unido), que se publica en "Hypertension". El trabajo inclina la balanza hacia las opiniones que consideran que una de las causas de la hipertensión se encuentra en el cerebro y no en el corazón o los propios vasos sanguíneos.

Los investigadores han descubierto que la proteína JAM-1, que se encuentra en las paredes de los vasos del cerebro atrapa leucocitos que, una vez retenidos, pueden causar inflamación y obstruir el flujo sanguíneo, dando lugar a un descenso del suministro de oxígeno al cerebro. Esto, según los autores, puede conducir a la idea de que la hipertensión es una enfermedad vascular inflamatoria del cerebro.

Los científicos están analizando la posibilidad de tratar a pacientes que no responden a la terapia convencional para la hipertensión con fármacos que reducen la inflamación de los vasos sanguíneos y aumentan el flujo sanguíneo en el cerebro. El siguiente reto, explican, será comprender el tipo de inflamación dentro de los vasos sanguíneos del cerebro para así saber qué fármacos emplear y cómo dirigirse a estas dianas u órganos blanco. "JAM-1 podría proporcionarnos nuevos indicios para controlar la enfermedad", indica el Dr. Julian Paton, director del estudio.

Según los autores del trabajo, los resultados son importantes, ya que sugieren que existen causas inesperadas para la presión arterial alta asociadas con el suministro de sangre al cerebro. Por ello, se abre la posibilidad del desarrollo de nuevos métodos para tratar este trastorno, que a pesar de ser muy común no está bien controlado.

Fuente: Revista Hypertension 2007.

El sobrepeso de la gestante se asocia a hijos obesos

El 51% de las mujeres embarazadas estudiadas aumentaron su peso por encima de lo deseable.

Las mujeres que engordan más de lo recomendado durante el embarazo tienen un riesgo 4 veces superior de que sus hijos sean obesos en las primeras etapas de la vida, respecto a las que siguen las recomendaciones, según revela un estudio, coordinado por la Dra. Emily Oken, de la Harvard University, EEUU., que se publicó en la revista científica “American Journal of Obstetrics and Gynecology”.

El 51% de las mujeres participantes en el estudio engordaron más de lo necesario, el 35% adquirieron el peso adecuado y el 14% no llegaron al peso mínimo.

A los tres años, los hijos de las mujeres de los dos primeros grupos tenían sobrepeso, que se definió con un percentil de peso superior al 95%. Los resultados indican que el aumento de peso en la gestación se asocia a un mayor riesgo de hijos obesos.

Fuente: Jano on line.

Exceso de peso y riesgo de asma

Las personas obesas y con sobrepeso son un 50% más propensas a desarrollar asma que aquellas de peso normal, lo que sugiere que la pérdida de peso podría ayudar a reducir el número de casos, señalan investigadores del National Jewish Medical and Research Center, EEUU., en la revista “American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine”.

Una reducción importante de la incidencia de personas obesas o con sobrepeso podría disminuir la cantidad de nuevos casos de asma en Estados Unidos en 250.000 por año, indicaron los autores.

Los investigadores analizaron siete estudios sobre asma grave, que incluían a 333.102 pacientes.

El equipo señaló que la obesidad ya demostró causar problemas en la función pulmonar, incluso en las personas que no tienen asma.

Como consecuencia de ello, algunos pacientes obesos o con sobrepeso que dijeron tener asma estarían sufriendo, en cambio, de reducción del volumen pulmonar y restricción de la caja torácica producto de su exceso de peso.

Fuente: American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine 2007.

Por el tabaco, 3 millones de argentinos sufren de EPOC

BUENOS AIRES (Télam) - Unos 3 millones de argentinos padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), causada por el tabaquismo, según informaron fuentes médicas, que difundieron ayer un tratamiento clínico destinado a reducir un 17,5% el riesgo de morir por esta patología. En el mundo, 600 millones de personas la padecen.

La EPOC es una patología respiratoria progresiva que afecta principalmente a los fumadores y causa un deterioro significativo de la función pulmonar, que crea dificultad crónica para respirar.

La limitación crónica del flujo de aire asociada con la EPOC lleva a que se genere un exceso de aire que queda atrapado en el pulmón, al momento de la exhalación.

Este proceso, conocido como "aire atrapado" es la causa principal de la falta de aire, que a menudo perjudica la salud del paciente y le puede ocasionar serios problemas cardíacos.

Los síntomas de la enfermedad suelen ser tos frecuente, expectoración, silbidos o dificultad para respirar.

Actualmente, la EPOC es la 5º causa de muerte en todo el mundo, pero se cree que para 2020 se convertirá en la tercera debido a que, en la actualidad, mata a 250 personas por hora y la cifra va en aumento.

Al respecto, médicos argentinos divulgaron un estudio hecho en 42 países, incluida Argentina, que sostiene que, mediante un tratamiento farmacológico, se puede disminuir un 17,5% los casos de muertes por esta enfermedad.

El relevamiento se desarrolló durante tres años en hospitales de Capital Federal, La Plata y el partido bonaerense de Vicente López, sobre 60 pacientes con EPOC de entre 40 y 80 años, en su mayoría hombres.

Según se informó, la implementación de una terapia que combina al propianato de flucticasona con el salmeterol en polvo también logró reducir en un 25% la aparición de las exacerbaciones, esto es, crisis que sufre un paciente con EPOC en las cuales se agravan los síntomas y generan internaciones frecuentes.

Eduardo Giugno, médico del Hospital Cetrángolo, uno de los centros que participó en la investigación médica, explicó que "en muchas ocasiones, la enfermedad es subestimada por los profesionales que atribuyen la sintomatología al hecho de fumar".
Sin embargo, se advirtió que llegar a un estado avanzado de la enfermedad puede ser muy perjudicial para los pacientes debido a que la EPOC "aumenta 4 veces el riesgo de padecer fallas cardíacas y 2 veces más la posibilidad de cáncer que la población general".

Por su parte, Daniel Colodenco, jefe de Alergía e Inmunología del Hospital María Ferrer, que también fue parte del estudio, sostuvo que "el estar en contacto permanente con los pacientes nos dio la posibilidad de poder comprender cómo la EPOC afecta la calidad de vida, en las más simples acciones cotidianas, como puede ser el subir una escalera o realizar algún tipo de ejercicio físico".

Fuerte advertencia de expertos por Obesidad en Europa

BUDAPEST (AP) - Europa podría enfrentar una importante crisis social y de salud mientras la obesidad sigue aumentando entre los niños y adultos.

Los médicos que participan del 15° Congreso Europeo sobre Obesidad dijeron que las autoridades sanitarias de todo el continente necesitan utilizar un nuevo enfoque y poner fin a la discriminación de las personas obesas.

"La obesidad debería ser tratada dentro del sistema de atención de la salud, como cualquier otra enfermedad compleja", manifestó el profesor Vojtech Hainer, presidente de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad. "En numerosos países europeos, más de la mitad de la población tiene exceso de peso o es obesa".

Hainer dijo que el exceso de peso era uno de los factores de riesgo más importantes que contribuyen a los problemas de salud, reduciendo en dos años la expectativa de vida.

Los expertos también manifestaron que pocos países derivaban a los pacientes obesos a médicos especialistas.

Si bien la disponibilidad de información varía mucho dentro de la Unión Europea, algunos sondeos presentados en el Congreso mostraron que Inglaterra, Alemania, Grecia, la República Checa y Eslovaquia tenían algunas de las tasas más elevadas de sobrepeso u obesidad entre los adultos.

De acuerdo con una encuesta finalizada en el 2003, el 75,4% de los hombres alemanes y el 58,9% de las mujeres estaban excedidos de peso o eran obesos.

Una encuesta realizada en el 2004 en Inglaterra, mostró tasas del 66,6% para los hombres y del 58,5% para las mujeres.

Se utiliza el Indice de Masa Corporal para determinar si una persona tiene sobrepeso o es obesa. Un rango normal es entre 18,5 y 24,9. El sobrepeso está entre los 25 y 29,9; y más de 30 es considerado obeso.

Para determinar ese índice, se divide el peso en kilogramos de una persona por la altura en metros cuadrados.

Los expertos enfatizaron también la necesidad de reducir la obesidad entre los niños.

"Más del 80% de los niños obesos siguen siendo obesos de adultos", expresó el doctor Martin Fried, de la Universidad Charles de Praga, en la República Checa.

España tiene el porcentaje más elevado de niños con exceso de peso: el 35% caía en esa categoría en el período 2000-2002.

Portugal, por su parte, tenía la mayor cantidad de niñas con sobrepeso: el 34,3%, seguida por Escocia, con el 32,9%; y España, con el 32%.

Descubren porque suelen fallar las dietas en el largo plazo

Todos lo que han intentado bajar de peso lo saben bien: bajar de peso es relativamente fácil. Lo realmente complicado en mantenerse en el bajo peso logrado a lo largo del tiempo. ¿Porque suelen fallar las dietas?

Lo primero que denotan los especialistas, como el doctor David Katz, director del Centro de Prevención de la Universidad de Yale, es que “si las dietas realmente funcionaran veríamos mucha menos gente obesa o con sobrepeso caminando por la calle”.

Ahora bien, el gran tema es ¿por qué no funcionan?

Entre las causas del fracaso que proponen los expertos figuran varias:

* Las dietas pueden ser aburridas y surge la tentación de volver a los viejos hábitos.

* Los dietantes “seriales”: suelen probar una dieta tras otra y frecuentemente se desilusionan al probar diversas opciones pero sin mantener la constancia suficiente con cada una para poder bajar hasta llegar a sus objetivos de peso ideal.

* Quienes logran bajar lo suficiente, forzando el hambre, y en un tiempo breve, no incorporan los verdaderos cambios de hábitos saludables, ni realizan el ejercicio físico necesario, ni recurren con constancia a la comida realmente sana y que aporta menos calorías para mantener su nuevo peso en forma estable.

Un equipo de médicos de la Universidad de Los Angeles, EE.UU., analizó los resultados a mediano y largo plazo obtenidos por diversos estudios científicos sobre varias dietas y sistemas para adelgazar. Analizaron 31 trabajos académicos, pero lo particular es que no buscaban saber cual era una mejor dieta en particular, sino el conocer porqué algunas pocas personas obtenían resultados a largo plazo mientras que la mayor parte –hasta un 65% del total- volvía a recuperar los pocos o muchos gramos perdidos en un período de entre 2 y 5 años tras la dieta.

El estudio, que se presentó en la revista científica American Psychologist, publicada mensualmente por la prestigiosa American Psychological Association, hipotetiza que el fracaso se puede deber a las diversas causas ya comentadas. Y concluye con la siguiente sugerencia clave para el éxito de una dieta.

"Más importante que bajar de peso en poco tiempo, es tener claro que el objetivo final de un tratamiento de este tipo debe ser cambiar de hábitos e incorporar un estilo de vida saludable". Esto debe incluir comida de mejor calidad, menos engordante, y sumar ejercicio físico en forma cotidiana, adaptado a cada persona.
"La dieta para bajar de peso, por si sóla, -concluyen los expertos- no es más que un solución de corto plazo".

Descubren porque suelen fallar las dietas en el largo plazo

Todos lo que han intentado bajar de peso lo saben bien: bajar de peso es relativamente fácil. Lo realmente complicado en mantenerse en el bajo peso logrado a lo largo del tiempo. ¿Porque suelen fallar las dietas?

Lo primero que denotan los especialistas, como el doctor David Katz, director del Centro de Prevención de la Universidad de Yale, es que “si las dietas realmente funcionaran veríamos mucha menos gente obesa o con sobrepeso caminando por la calle”.

Ahora bien, el gran tema es ¿por qué no funcionan?

Entre las causas del fracaso que proponen los expertos figuran varias:

* Las dietas pueden ser aburridas y surge la tentación de volver a los viejos hábitos.

* Los dietantes “seriales”: suelen probar una dieta tras otra y frecuentemente se desilusionan al probar diversas opciones pero sin mantener la constancia suficiente con cada una para poder bajar hasta llegar a sus objetivos de peso ideal.

* Quienes logran bajar lo suficiente, forzando el hambre, y en un tiempo breve, no incorporan los verdaderos cambios de hábitos saludables, ni realizan el ejercicio físico necesario, ni recurren con constancia a la comida realmente sana y que aporta menos calorías para mantener su nuevo peso en forma estable.

EL LARGO PLAZO

Un equipo de médicos de la Universidad de Los Angeles, EE.UU., analizó los resultados a mediano y largo plazo obtenidos por diversos estudios científicos sobre varias dietas y sistemas para adelgazar. Analizaron 31 trabajos académicos, pero lo particular es que no buscaban saber cual era una mejor dieta en particular, sino el conocer porqué algunas pocas personas obtenían resultados a largo plazo mientras que la mayor parte –hasta un 65% del total- volvía a recuperar los pocos o muchos gramos perdidos en un período de entre 2 y 5 años tras la dieta.

El estudio, que se presentó en la revista científica American Psychologist, publicada mensualmente por la prestigiosa American Psychological Association, hipotetiza que el fracaso se puede deber a las diversas causas ya comentadas. Y concluye con la siguiente sugerencia clave para el éxito de una dieta.

"Más importante que bajar de peso en poco tiempo, es tener claro que el objetivo final de un tratamiento de este tipo debe ser cambiar de hábitos e incorporar un estilo de vida saludable". Esto debe incluir comida de mejor calidad, menos engordante, y sumar ejercicio físico en forma cotidiana, adaptado a cada persona.
"La dieta para bajar de peso, por si sóla, -concluyen los expertos- no es más que un solución de corto plazo".

domingo, abril 22, 2007

El consumo de cacao reduce las cifras de presión arterial

Un metaanálisis realizado por investigadores alemanes concluye asimismo que el consumo de té no se asocia a una disminución de las cifras tensionales.

Un artículo publicado en "Archives of Internal Medicine" concluye que los alimentos ricos en cacao parecen reducir la presión arterial, algo que no consigue el consumo de té.

Investigadores alemanes de la Universidad de Colonia firman un metaanálisis de 10 estudios publicados anteriormente, cinco sobre los efectos del cacao sobre la presión arterial y otros cinco sobre los efectos del té bebido, publicados entre 1966 y 2006, con un mínimo de 10 participantes adultos y con una duración mínima de 7 días.

Las investigaciones referentes al cacao incluyeron en total a 173 individuos, 87 asignados aleatoriamente a consumir cacao y 84 controles. El 34% de los participantes era hipertenso y la duración media de los estudios fue de dos semanas. Cuatro de los cinco estudios mostraron una reducción tanto de la presión sistólica como de la diastólica. En comparación con los controles, los individuos que consumieron cacao disminuyeron su presión sistólica una media de 4,7 mm Hg y la diastólica 2,8 mm Hg.

En cuanto a los cinco estudios sobre el té, se incluyó a 171 personas que consumieron esta bebida, comparadas a 172 controles. Sin embargo, el consumo de té no se asoció a una reducción de la presión arterial en ninguna de las investigaciones.

Según los autores, tanto el cacao como el té contienen polifenoles, pero en el primero predomina el tipo de polifenoles conocidos como procianidinas. Tal vez esta diferencia es la que marca su distinto efecto sobre las cifras tensionales.

Fuente: Archives of Internal Medicine 2007.

El mapa del cáncer de los pobres

Los tumores que afectan a países en desarrollo son diferentes de los más "occidentales".

MADRID.- El cáncer de cuello de útero sigue siendo una de las principales preocupaciones en los países en desarrollo, según han puesto de manifiesto dos de los expertos participantes en el III Congreso de Oncología para Estudiantes celebrado recientemente en la Universidad de Navarra. La mayoría de las 11 millones de muertes por cáncer que se registran cada año en el mundo se registran en las zonas más desfavorecidas del planeta.

Ángel Gil de Miguel, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y William Campbell, del Hospital Herrera Llerandi, de Guatemala, han dibujado en Pamplona el mapa del cáncer de los países pobres. Y el resultado final muestra importantes diferencias con respecto a los países más desarrollados.

"La mayor mortalidad en las zonas subdesarrolladas", ha explicado Campbell a elmundo.es, "está causada por el cáncer de cérvix (de cuello de útero) y los tumores gástricos; aunque también por el cáncer infantil".

Concretamente, en el África subsahariana, el sarcoma de Kaposi en los varones y el cáncer de cuello de útero entre las mujeres son los dos tumores más prevalentes. Este último provoca 10 veces más muertes que en los países europeos, "una situación que podría cambiarse con la puesta en marcha de adecuadas campañas de diagnóstico precoz con citología".

"Y para ello la comunidad internacional juega un papel fundamental porque muchos de estos países no van a poder salir de esta situación por sí solos". Por ejemplo, la nueva vacuna contra el papilomavirus o HPV(el virus causante de la mayoría de tumores de cérvix), que ya está disponible en un gran número de países, también podrá llegar a las zonas más desfavorecidas gracias a un acuerdo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con las empresas fabricantes.

Otras regiones

Este cáncer ginecológico es también el principal problema de países como Tailandia o Indonesia, así como en gran parte de Latinoamérica, "donde prácticamente va en paralelo con el de mama", según el catedrático español.

Sin embargo, cuando el foco se desplaza hacia otras zonas del planeta, como China o Japón, los principales tumores son los de hígado o estómago, "seguramente por sus hábitos alimenticios"; mientras que en el norte de África, la situación empieza a reflejar bastante fielmente lo que ocurre en Europa, con una gran incidencia de cáncer de pulmón y de mama.

El Magreb se occidentaliza y es que gran parte de los tumores están relacionados con el estilo de vida, y estos países empiezan a sufrir a su vez las consecuencias negativas del tabaquismo o de una dieta rica en grasas.

A pesar de que la esperanza de vida en los países más pobres apenas ronda los 45 años, y de la prioridad por ir resolviendo antes otras necesidades básicas, el doctor Campbell ha insistido en que el cáncer es ya un problema; "que según las previsiones de la OMS irá aumentando en el futuro". Los países europeos, ha señalado, se han involucrado de manera muy importante en la lucha contra el SIDA y otras enfermedades infecciosas en estos escenarios, "pero el cáncer no debería quedarse atrás en esta lista de preocupaciones".

Fuente: El mundo.es.

¿Bajar de peso con un una consola? Algunos dicen que no es juego

Un chico de Filadelfia bajó 4 kilos en 6 semanas jugando unos minutos diarios al Wii Sports, sin embargo, se ataca a la consola desde distintos ángulos. Se reaviva un viejo debate: videojuegos, ¿los buenos o los malos de la película?

"En relación a los juegos electrónicos como en cualquier otra actividad lúdica, no se puede establecer un juicio "todo o nada" y decir son buenos o malos. Todo depende del contenido del juego y de quién y cómo juegue: cuántas horas, qué cosas no se hacen y son reemplazadas por el juego, es decir cuál es la medida", afirma la doctora Alicia Lischinsky, neuropsiquiatra y jefa de docencia e investigación del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO). Comenzar con dicha afirmación no es casual: se descartan verdades absolutas.

Empíricamente sí se puede afirmar que la acción de Mickey DeLorenzo, un joven de 25 años de los EE.UU, ha funcionado, como lo relata en su blog. La idea surgió luego de una sesión de boxeo virtual junto a su novia, en la cual terminaron totalmente sudados, y disparó el experimento: durante 6 semanas jugaría 30 minutos diarios al tenis, bolos, boxeo o béisbol de la Wii, sin ningún tipo de dieta. ¿Resultados? 4 kilos menos. Pero es realmente un fenómeno para la salud o una nueva forma de interactuar con la pantalla.

Ya hay quienes afirman su bondad y los que creen que la consola es nociva. Un artículo del portal Time.com plantea que al parecer los usuarios de esta tecnología se ponen nerviosos cuando juegan y terminan con dolores de espalda, hombros resentidos y lo que algunos llaman "codo de Wii", en referencia al codo de tenista. La excusa es que el juego puede ser virtual, pero el esfuerzo físico es verdadero, tal cual lo probó DeLorenzo. "Esta nueva tecnología parece incorporar el movimiento corporal como parte necesaria del juego. Esto puede ser un aspecto positivo, porque evitaría el sedentarismo y sus efectos negativos, pero también hay que considerar el contenido del juego. Todo puede ser positivo en su justa medida y adecuada aplicación. No hay aún estudios científicos concluyentes publicados que cuenten los efectos del Wii, como para afirmar en forma cerrada su real beneficio o perjuicio".

Cabe preguntarse si el debate sobre si los videogames son buenos o malos para los chicos, se potencia con la aparición de esta Nintendo. Al parecer, con la Wii, cerebro y cuerpo deben conectarse más que con las otras consolas ¿Podría pensarse a futuro como una alternativa terapéutica de rehabilitación? "Sin dudas, esta tecnología en un contexto diseñado para tal fin puede ser útil para ejercitar determinadas funciones tanto cognitivas como motoras, y de hecho existen programas y dispositivos que se utilizan en rehabilitación. Pero están pensadas, diseñadas y utilizadas en determinado contexto, con períodos establecidos y con una guía profesional que dirige e integra ese dispositivo dentro de un programa de rehabilitación".

"Definitivamente no se puede afirmar que siempre un videojuego será un elemento útil para rehabilitación o que en sí mismo es bueno o malo". Para conocer el Wii en la Argentina hay que desembolsar entre 550 y 700 dólares... ¿Y si mejor pensamos en largar los postres?

Fuente: Clarín.com

miércoles, abril 04, 2007

Comida chatarra: no todos responden igual

Un estudio inédito confirma que los efectos de una dieta excesivamente hipercalórica varían de acuerdo con la persona.

LONDRES.- Si usted se hubiera topado con Adde Karimi en septiembre, éste probablemente no habría tenido tiempo para detenerse y charlar. Estaba muy ocupado llenándose de hamburguesas, gaseosas y batidos de crema.
Es que se necesita mucha planificación para tragar 6600 calorías de comida chatarra por día, explica. La motivación de Karimi era hacerlo porque quería odiar ese tipo de comida y también por la ciencia.
Karimi fue voluntario en un experimento basado en el documental "Super Size Me". En éste, el director cinematográfico Morgan Spurlock pasó 30 días comiendo exclusivamente en McDonalds, sin jamás rechazar las ofertas de "agrandar" la porción pedida y evitando el esfuerzo físico. Karimi siguió un régimen similar, llenándose de comida densa en energías y manteniendo el ejercicio al mínimo.
Pero aquí es donde las coincidencias se terminan. Para cuando terminó el atracón de Spurlock, el director se había convertido en una bola de manteca, con una libido que aparecía y desaparecía, y un colesterol por las nubes. Había ganado 11,1 kilos, un incremento del 13% en su peso corporal, e iba en camino hacia una seria lesión de hígado. En contraste, Karimi no tenía ningún problema médico. De hecho, su colesterol se encontraba más bajo luego de un mes de comida rápida de lo que estaba antes de empezar, y a pesar de que había ganado 4,6 kilos, la mitad correspondía a masa muscular.
El cerebro detrás de este experimento singular es Fredrik Nyström, de la Universidad Linköping, Suecia. Sometió a 18 voluntarios a una dieta "agrandada", y lo que más lo fascina es el descubrimiento de que existen inmensas variaciones en las respuestas que cada uno tuvo al particular régimen.
Algunos, como Karimi, se lo tomaron con calma. Otros sufrieron casi tanto como Spurlock: a un voluntario le tomó sólo dos semanas llegar a la ganancia de peso máxima (15% del peso corporal inicial) permitida por el comité ético que aprobó el estudio. Estamos acostumbrados a escuchar que si tenemos sobrepeso el problema está en que comemos demasiado y hacemos poco ejercicio, pero Nyström se vio obligado a concluir que la relación no es tan directa: "Algunos simplemente son más susceptibles a la obesidad que otros."

Desde que vio la película, Nyström se sintió intrigado por el experimento de Spurlock, pero lo que le molestaba era su falta de espíritu científico. De modo que cuando hubo dinero destinable a investigación, Nyström decidió replicar la experiencia bajo condiciones clínicas.

La primera tanda de saludables y delgados voluntarios comenzó el desafío, de un mes de duración, en febrero de 2006. Al comenzar, Nyström calculó su ingestión de calorías diaria normal y luego les pidió que la duplicaran en la forma de comida chatarra, al tiempo que evitaban la actividad física lo más posible.

Una diferencia con la película fue que Nyström no les ordenó que sólo comieran en McDonald s. También les permitió la pizza, el pollo frito, el chocolate y otras comidas ricas en grasas, cada vez que no pudieran aguantar las hamburguesas.

Durante el experimento, los voluntarios tuvieron controles semanales de su salud. Además, se los sometió a una batería de tests y pruebas antes de comenzar la dieta y nuevamente luego de terminarla para averiguar qué había producido ésta en su psicología, metabolismo y salud mental.

Nyström no puede comentar los resultados totales de su experimento hasta que el estudio sea publicado. Pero New Scientist puede revelar algunos inesperados resultados.

Efectos secundarios
Hablé con la voluntaria Lotta Karlsson mientras se encontraba en su semana final, de 5000 calorías diarias. Ya había ganado 9,1 kilos, casi el aumento máximo permitido para su peso de partida: 60 kilos. "Me siento muy, muy bien", afirmó, "pero la parte física es mala. Soy muy torpe y no me gusta cómo me veo en el espejo. Parece que estuviera embarazada."

Incluso Karimi, que parece increíblemente inmune a la obesidad, advirtió algunos desagradables efectos secundarios de la dieta. "Me siento repugnante. Incluso si me lavo las manos y la cara, de todas formas continúo sintiéndome sucio, como si tuviera grasa por todo mi cuerpo." Antes, Karimi se mantenía muy en forma, pero asegura que durante el experimento incluso caminar se convirtió en un proceso trabajoso. O incluso peor: a pesar de que su libido no se vio afectada, sí se resintió su desempeño sexual. "Simplemente no tenía mi brío habitual", asegura.

Muchos de los voluntarios se sorprendieron de lo difícil que era comer las calorías suficientes por día. "Inventaron algunos trucos interesantes", comenta Nyström. Un voluntario tomaba regularmente un batido de crema reforzado con un pote de crema extra. Otro una noche se dio cuenta de que se había quedado corto en mil calorías, de modo que simplemente tragó aceite de oliva. Karlsson se arregló agregando crema a sus comidas y picando chocolate, queso y bebidas con alto contenido calórico entre comidas. "Tengo que estar comiendo prácticamente todo el tiempo", aseguró durante el experimento.

Nyström también cuenta con algunos resultados iniciales de los tests. Pensemos en el hígado, para empezar. Cuando se encuentra tensionado suelta grandes cantidades de enzimas en la corriente sanguínea. Un número elevado de enzimas del hígado es un mal síntoma, y la razón principal por la que el doctor Spurlock fue condenado a terminar con sus atracones. Y sin embargo, ninguno de los voluntarios de la primera tanda de Nyström tuvo este problema, lo llevó inicialmente a sospechar que Spurlock tal vez tuviera una susceptibilidad subyacente a trastornos del hígado.

Ahora que el experimento sueco está completo, de todas maneras, Nyström ha cambiado de opinión. "Las enzimas del hígado sí se incrementaron mucho en algunos de los últimos sujetos del estudio", asegura. Si logra descubrir qué factores afectan estas variaciones, el experimento puede contener algunas claves vitales para cualquiera que sueñe con entender y aliviar el creciente problema de las enfermedades de hígado relacionadas con el sobrepeso.

Pero el gran misterio es el aumento de peso. ¿Por qué algunos acumulan tanto más que otros, consumiendo cantidades de comida equivalentes? La corazonada de Nyström es que se trata de variaciones metabólicas: algunos de nosotros simplemente somos mejores para manejar las calorías que otros. Si tienes suerte, tu cuerpo podrá adaptarse y arreglárselas con una factura con dulce de leche extra o incluso con una comilona, quemando el exceso de energía en forma de calor. Sospecha que muchos de sus voluntarios entran dentro de esta categoría porque eran delgados con su dieta normal y porque comentaban que se sentían acalorados durante le tiempo en que comieron de más.

Si Nyström se encuentra en lo correcto, esto es lo que hace a su estudio tan inusual y potencialmente valorable. La mayoría de las investigaciones sobre obesidad se hacen en gente con sobrepeso. En otras palabras, en aquellos que manejan peor los excesos de calorías. La habilidad de transformar el exceso de comida en grasa es una ventaja adaptativa a lo largo de la mayor parte de la historia humana, cuando nuestros antepasados tenían que luchar con festines y hambrunas alternativos. Pero la disponibilidad alimentaria errática no fue el único factor que influyó en la evolución del metabolismo humano.

Repensar la obesidad
"En las áreas frías la gente puede haberse adaptado más para arreglárselas con la temperatura y por lo tanto quemar el exceso de calorías como calor", afirma Nyström. La gente con este tipo de metabolismo parece más apta para enfrentar el mundo actual y Nyström espera que al estudiarlos pueda generar nuevos enfoques para repensar la epidemia de obesidad.

Por ahora, Karlsson pedalea furiosa en la bicicleta que se hizo instalar en su comedor y Karimi levanta pesas en el gimnasio. Cuando hablé con él, un mes después de que terminara con sus comilonas, ya había perdido un kilo. Todavía seguía con un régimen de seis comidas diarias, pero con una dieta mucho más saludable. Y lo mejor de todo es que la terapia de aversión parece haber funcionado. "No toqué una hamburguesa desde que terminé el experimento. No creo que lo haga por un año", cuenta Karimi.

¿Y el colesterol?
No sólo varios de los voluntarios mostraron un cambio pequeño en las cantidades de colesterol, algunos incluso tenían un nivel más bajo de colesterol "malo" y un aumento del "bueno". No está claro por qué la comida chatarra debería mejorar los lípidos, pero puede que se trate de la composición específica de la dieta. Con los recibos de toda la comida que compraron sus voluntarios, Nyström planea averiguar cómo ciertas comidas afectan a los lípidos.

Fuente: diario La Nación.

Ejercicio físico y prevención de la pérdida de memoria

Científicos del Taub Institute for Research on Alzheimer's Disease and the Aging Brain (Estados Unidos) han descubierto que las personas que realizan ejercicio físico conservan mejor su memoria.

Los investigadores han observado que el ejercicio afecta a una zona del hipocampo conocida como gyrus dentado, donde se inicia el declive de la memoria asociado a la edad, un proceso que comienza alrededor de los 30 años.

Mediante resonancia magnética han visto cómo tras la práctica deportiva se iniciaba un proceso de neurogénesis en el gyrus dentado. Hasta ahora sólo había sido posible probar este proceso en análisis post mortem en modelos animales.

No hay investigaciones previas que hayan examinado sistemáticamente las diferentes regiones del hipocampo y hayan identificado a cuáles afecta el ejercicio", afirma el Prof. Scout A. Small, investigador principal. "Yo, como muchos médicos, aliento a mis pacientes a llevar una vida activa. Ahora tenemos otra razón más para seguir este consejo".

El estudio, que se publica “Proceedings of the National Academy of Sciences” (PNAS), se basa en investigaciones previas que daban al gyrus dentado un papel preponderante en la pérdida de memoria.

"El siguiente paso será identificar qué pautas son más beneficiosas para reducir la pérdida de memoria. En el futuro los médicos podrán prescribir ejercicios específicos para tratar a personas que empiezan a perder la memoria", auguran los autores.

Fuente: Proceedings of the National Academy of Science 2007.

Abusar de la fructosa conduce a la obesidad

Un estudio en ratas muestra que la ingesta excesiva deteriora el ajuste energético del organismo.

La fructosa es el azúcar de la fruta, y su consumo normal no sólo no es dañino, sino muy aconsejable. Pero ¿qué sucede cuando se beben un par de litros al día de una bebida refrescante endulzada con esta sustancia?

Un estudio preclínico, publicado recientemente en la revista Hepatology, y dirigido por Juan Carlos Laguna, catedrático de Farmacología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona (UB), muestra que, ingeridas en exceso, las bebidas con fructosa, además de engordar, alteran el mecanismo de ajuste energético del organismo.

En la sociedad actual, el consumo de dietas hipercalóricas y la falta de actividad física hacen que el exceso de energía ingerida se acumule en el organismo en forma de grasa, favoreciendo la aparición de obesidad y de otras enfermedades metabólicas asociadas, como la diabetes o el síndrome metabólico.

A partir de la década del 70, la industria alimentaria de EE UU y Europa generalizó el uso de la fructosa como edulcorante en bebidas refrescantes. Aunque los estudios epidemiológicos no permiten afirmar que exista una relación de causa-efecto, dejan abierta la puerta a dicha posibilidad.
Además, el mayor uso de fructosa en bebidas ha coincidido con el incremento de la prevalencia de obesidad, que hoy día alcanza características epidémicas: según la Organización Mundial de la Salud, en 2015 habrá unos 2.300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones padecerán obesidad, una patología que cada vez es más frecuente en los niños.

Un hecho interesante que aporta la investigación es que la contribución de la fructosa a las alteraciones metabólicas parece ser especialmente marcada cuando ésta se ingiere en forma líquida, como edulcorante de bebidas.

Los seres humanos, como otros muchos seres vivos, cuentan con mecanismos fisiológicos que calculan las necesidades energéticas del individuo y ajustan la ingesta de alimentos a estas necesidades.

Las bebidas con fructosa parecen deteriorar este sistema: cuando un individuo consume cantidades excesivas (de 2 a 3 litros diarios, por ejemplo), no es capaz de compensar adecuadamente ese gran aporte de energía, reduciendo proporcionalmente la ingesta de alimentos sólidos. En consecuencia, el exceso de energía acumulada aceleraría la aparición de obesidad.

Los laboratorios de biomedicina disponen, desde hace años, de un modelo experimental para el síndrome metabólico: la rata alimentada con fructosa.
Esos animales desarrollan una patología similar a la que aparece en los humanos, con alteraciones de los lípidos en sangre (hipertrigliceridemia), aparición de hígado graso e hipertensión; y, con el tiempo, resistencia a la insulina y obesidad.
Sin embargo, no se conocen con exactitud los mecanismos por los cuales la fructosa produce todas estas alteraciones en las ratas.

El estudio de la UB demuestra que, tras suministrar durante 14 días a las ratas un 10% de fructosa en el agua de bebida, se produce una disfunción en la actividad de la leptina, una hormona que tiene una función capital en el sistema de cálculo y ajuste energético del organismo.

En condiciones normales, al ingerir demasiada energía con los alimentos, se activa la secreción de leptina, lo que provoca una pérdida de apetito, sensación de saciedad y, al mismo tiempo, se estimula la oxidación de la grasa en tejidos como el hígado o los músculos.
La leptina ayuda a mantener el peso y el metabolismo energético del organismo en el punto óptimo.

Aunque se produjo un incremento de la concentración de leptina en sangre en las ratas que bebieron agua con fructosa, ésta no fue capaz de estimular a nivel hepático la oxidación de las grasas y los animales desarrollaron hipertrigliceridemia e hígado graso.
En cambio, las ratas a las que se les suministró de forma paralela agua de bebida enriquecida con un 10% de glucosa, bebieron idéntica cantidad de líquido pero no desarrollaron ninguna de esas alteraciones metabólicas.

Aunque estos resultados no son directamente extrapolables a las personas, están de acuerdo con los estudios epidemiológicos en humanos, indicando que a igualdad de energía consumida, la fructosa ingerida en forma líquida es capaz de deteriorar el sistema de compensación energética del organismo, favoreciendo la ingesta excesiva de energía y dificultando su utilización. En definitiva, se favorece la aparición de esas alteraciones metabólicas.

¿Qué sucede con los alimentos sólidos enriquecidos en fructosa? En otros experimentos del grupo, las ratas no desarrollaron alteraciones en la secreción y actividad de la leptina. En el futuro, el equipo dirigido por Laguna pretende determinar si estos efectos de la fructosa en bebidas son mayores en ratas hembras. Los datos epidemiológicos sugieren que, en humanos, las mujeres son más sensibles a los efectos metabólicos de la fructosa. Será necesario detectar algún marcador de la resistencia a la leptina en células de la sangre para poder realizar estudios similares en humanos.

Fuente: El país, España.

Alimentación y riesgo de cáncer de endometrio

El consumo de proteínas y grasa animal aumenta el riesgo.

Un nuevo estudio de la Escuela de Salud Pública de la FuDan University, de Shanghai (China) ha proporcionado más evidencias de que los alimentos derivados de animales aumentan el riesgo de cáncer endometrial, mientras que los de origen vegetal lo reducen.

Según publica el “International Journal of Cancer”, un equipo dirigido por el Dr. Wang-Hong Xu descubrió que las mujeres que recibieron la mayoría de las calorías consumidas de proteínas animales tuvieron el doble de riesgo de desarrollar esta enfermedad que aquellas con menos consumo de calorías de fuente animal.

La ingesta de altos niveles de calorías derivadas de grasa animal aumentaron un 50% el riesgo.

No obstante, las mujeres que consumieron la mayor cantidad de proteína de origen vegetal disminuyeron un 30% el riesgo de cáncer endometrial.

Los resultados sugieren que es la fuente, de grasa o proteína, y no los macronutrientes, la que influye en el riesgo de desarrollar esta patología.

Existe evidencia sólida de que comer una gran cantidad de frutas y vegetales reduce el riesgo de cáncer endometrial, mientras que los alimentos de origen animal lo aumentan. Pero los estudios realizados sobre la relación entre las distintas vitaminas y minerales y la enfermedad llegaron a conclusiones contradictorias.

Para comprender mejor esa relación, los investigadores compararon a 1.204 mujeres con diagnóstico reciente de la enfermedad con otras 1.212 mujeres sanas (grupo control).

Los investigadores analizaron la dieta de las pacientes y determinaron cuántas calorías de determinada fuente consumía una mujer por cada 1.000 calorías ingeridas.

Las mujeres que consumieron la mayor cantidad de calorías tuvieron el mayor riesgo de cáncer endometrial. Las grasas saturadas y monoinsaturadas elevaron el riesgo, pero no se registró ninguna relación entre las grasas poliinsaturadas y el riesgo de cáncer.

Los científicos hallaron además que la vitamina A, el betacaroteno, las vitaminas C y E, y la fibra alimentaria, como así también los suplementos vitamínicos, disminuyeron el riesgo de sufrir la enfermedad.

Fuente: International Journal of Cancer 2007.

Alimentos ricos en flavonoides, ECV y climaterio

Un trabajo publicado en el "American Journal of Clinical Nutrition" concluye que una dieta rica en flavonoides, sustancias que se encuentran en las manzanas, las peras, el chocolate negro y el vino tinto, pueden prevenir la enfermedad cardiovascular en mujeres posmenopáusicas.

Algunos estudios han sugerido que estas sustancias protegen la salud cardiovascular reduciendo los niveles de colesterol LDL y disminuyendo la inflamación.

El nuevo estudio, realizado por investigadores de la compañía Exponent, Inc., ha analizado datos de casi 35.000 mujeres posmenopáusicas, relacionando los niveles de flavonoides ingeridos en la dieta y la enfermedad cardiovascular a lo largo de 16 años.

Tres subclases de flavonoides –antocianidinas, flavanonas y flavonas- se asociaron a una significativa reducción del riesgo de enfermedad cardíaca, enfermedad vascular y mortalidad cardiovascular, disminuciones que variaron entre el 10% con las antocianidinas y el 22% con las flavanonas.

Fuente: American Journal of Clinical Nutrition 2007.