Mundo Salud

Este es un espacio de noticias y consejos relacionados con la nutrición, la salud y el estilo de vida, para estar al tanto de los avances de la ciencia y practicar el auto cuidado responsable.

lunes, junio 29, 2009

Trastornos metabólicos en hijos de gestantes obesas

De acuerdo con los resultados de un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Case Western Reserve, EEUU, y publicado en el último número de la revista Diabetes Care, las irregularidades metabólicas de los hijos nacidos de gestantes obesas no se inician cuando la progenie alcanza la adolescencia o la edad adulta, sino que se presentan durante el embarazo.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores, dirigidos por el Dr. Patrick M. Catalano, estudiaron a 53 mujeres con peso normal y a 68 mujeres obesas y a sus recién nacidos. Todas habían elegido el parto por cesárea, durante la que se extrajeron muestras de sangre de las madres y del cordón umbilical.

Los hijos de las mujeres obesas tenían un nivel de grasa corporal significativamente más alto que el resto de los niños. Además, los niveles de insulina y glucosa en el cordón umbilical eran significativamente más altos en los recién nacidos de las madres obesas que en los bebés de las mujeres con peso normal.

En palabras del Dr. Catalano, “se debería ayudar a las mujeres a lograr un IMC más normal antes de la concepción y a cumplir con las recomendaciones del Instituto de Medicina estadounidense para el control del peso durante el embarazo”.

No en vano, y como concluyen los investigadores, “creemos que esos dos objetivos garantizarían un adecuado crecimiento fetal y la reducción del riesgo de problemas infantiles y adolescentes futuros”.

Fuente: Diabetes Care, 2009.

Promueven al estilo de vida para tratar la HTA

Pequeñas medidas pueden reducir la presión arterial y el riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardiaca, halla un estudio reciente que evaluó los esfuerzos para mejorar el nivel de conocimiento de los pacientes en relación a su presión arterial actual y objetiva.

Estas medidas pueden ser tan simples como llevar una tarjeta de bolsillo para registrar la presión arterial en las consultas médicas, documentarla y actualizar los medicamentos, hallaron los investigadores.

El Tennessee Valley Healthcare System de la Administración de Veteranos distribuyó más de 30.000 tarjetas de bolsillo para la presión arterial a pacientes de 18 a 90 años. Éste y otros métodos poco costosos resultaron en una mejora de 4.2% en el control de la presión arterial, de acuerdo con el estudio que aparece en la edición actual de Circulation:Cardiovascular Quality and Outcomes.

"A nivel de la población, esa mejora puede resultar en un gran beneficio debido a que una reducción de unos cuantos milímetros en la presión arterial se traduce en grandes beneficios en la prevención del accidente cerebrovascular, ataque cardiaco e insuficiencia cardiaca congestiva", señaló la autora del estudio, la Dra. Christianne L. Roumie, profesora asistente de medicina interna del Centro Médico Universitario Vanderbilt en Nashville, Tennessee, en un comunicado de prensa de la Asociación Americana del Corazón.

"En mi opinión, la tarjeta de bolsillo de la presión arterial es una de las intervenciones educativas para el paciente más beneficiosas, porque ofrece al paciente mucho control sobre esta enfermedad crónica", aseguró Roumie. "Es importante que los pacientes se involucren activamente con su equipo de atención de la salud para mejorar la calidad de su atención y llevar la presión arterial al nivel deseado".

Todos los grupos de atención de la salud deben identificar las barreras para mejorar la atención y control de la presión arterial y desarrollar intervenciones para superarlas, recomendó Roumie.

El estilo de vida podría contrarrestar los genes de la presión arterial

Un estudio halla que fumar y beber, entre otras cosas, pueden modificar la predisposición genética.

Nacer con una predisposición genética para la presión arterial alta no significa que esté condenado a tener esta afección, según muestra un estudio a largo plazo.

"Es bien sabido desde hace muchos años que los genes afectan la presión arterial", aseguró la Dra. Nora Franceschini, profesora asistente de epidemiología en la Universidad de Carolina del Norte y autora principal de un informe sobre el estudio. "También se sabe que el estilo de vida afecta la presión arterial. Ahora sabemos que interactúan y que el efecto de los genes varía entre los individuos que tienen diferentes conductas".

Éste es un hallazgo importante porque la presión arterial alta es un factor de riesgo significativo para el ataque cardiaco, el accidente cerebrovascular y otras enfermedades cardiovasculares. El estudio, que aparece en la edición on line de Circulation: Cardiovascular Genetics, "refuerza el mensaje de que los cambios en el estilo de vida pueden modificar el efecto de la genética", dijo Franceschini.

El mensaje procede del Estudio "Strong Heart Family", que ha analizado la diabetes y la presión arterial alta entre indios americanos en Arizona, Dakota del Norte y del Sur, y Oklahoma, un grupo étnico en el que la incidencia de ambas enfermedades es alta. El estudio incluye ahora más de 3.600 personas de 14 a 93 años.

El nuevo informe muestra que diferentes estilos de vida y estatus socioeconómicos influyen sobre el efecto de patrones genéticos heredados.

Cerca del 15% de la variación en la presión arterial diastólica, el número inferior en una lectura de la presión arterial, se debe a los genes, aseguró Franceschini. El estudio relacionó los efectos de tres características del comportamiento, beber, fumar y hacer ejercicio, con el de los genes. También evaluó el nivel de educación como factor socioeconómico.

El estudio encontró que los genes de la presión arterial alta tenían mayor efecto en los fumadores que en los no fumadores. También encontró un efecto similar en el ejercicio físico. Y halló que diferentes genes afectaban la presión arterial de los que bebían en comparación con los que habían dejado de beber o que nunca lo habían hecho.

"Nuestro estudio muestra un efecto integral a través de múltiples comportamientos", dijo.

Los hallazgos ayudan a responder si los genes por sí mismos determinan la presión arterial alta, apuntó el Dr. Richard A. Stein, profesor de medicina y director del programa de cardiología urbana de la Universidad de Nueva York y vocero de la Asociación.

"La respuesta es que no, por muchos factores", dijo Stein. "El efecto real se explica sólo al añadir en la ecuación factores socioeconómicos y del comportamiento. De hecho, tiene más que ver con su forma de vida que con la predisposición genética con la que se nace".

El próximo paso en el estudio es un esfuerzo por identificar genes específicos que interactúen con cada una de las características del comportamiento que elevan la presión arterial, dijo Franceschini. Un análisis de todo el genoma "nos permitirá identificar los genes en particular que intervienen en la interacción", dijo.

Fuente: Healthfinder.gov.

Riesgos de la cirugía en personas obesas

Las personas gravemente obesas que se someten a cirugía están en mayor riesgo de problemas cardiacos, infecciones en la herida y estancias hospitalarias prolongadas, entre otras complicaciones, de acuerdo con un Consejo Científico de la Asociación Americana del Corazón.

Aún así muchos cardiólogos, cirujanos, anestesistas y otros proveedores de atención de la salud subestiman la gravedad de los riesgos, sobre todos los cardiacos, advierten.

Entre el 3-4% de los estadounidenses tienen un grave problema de obesidad, es decir un IMC a partir de 40, de acuerdo con la información del comunicado de prensa de la Asociación.

Las personas con obesidad mórbida son más propensas a tener afecciones subyacentes que elevan la probabilidad de complicaciones quirúrgicas. Entre estas afecciones se encuentran insuficiencia cardiaca, arteriosclerosis, presión arterial alta, trastornos del ritmo cardiaco, historial de coágulos, baja resistencia cardiorrespiratoria, hipertensión pulmonar y apnea del sueño.

Antes de practicar una cirugía a un paciente de este tipo, los proveedores de atención de la salud necesitan realizar un examen exhaustivo, tomar en cuenta la edad, el sexo, el nivel de aptitud física, la presencia de trastornos de electrolitos e insuficiencia cardiaca, que son variables predictivas independientes del resultado médico durante y después de la cirugía, señala el consejo.

Los exámenes prequirúrgicos que tal vez sean necesarios incluyen: electro cardiograma, radiografía de tórax y otras evaluaciones no invasivas como la prueba de ejercicio.

Incluso si se realizan pruebas adicionales, la obesidad hace que sea difícil discernir qué síntomas son causados por una enfermedad subyacente y cuáles por la obesidad en sí, explicó el Dr. Paul Poirier, autor principal del consejo y director del Programa de Rehabilitación y Prevención Cardiaca del Hospital Laval de Quebec, Canadá.

"Un paciente con obesidad mórbida puede ser técnicamente difícil de evaluar antes de la cirugía". "Por ejemplo, podrían sentir opresión en el pecho, que puede ser un síntoma de la obesidad o de un problema cardiaco subyacente."

El consejo, que se publicó el 15 de junio, también recomienda que estas personas introduzcan cambios en su estilo de vida para mejorar su salud antes de someterse a cualquier tipo de cirugía.

"En vista de que la recuperación puede ser un problema para estos pacientes, recomendamos que tomen medidas para que se mantengan lo más saludables posibles antes de la cirugía", enfatizó Poirier. "Por ejemplo, los diabéticos deben tener su azúcar en sangre bajo control".

El consejo propuso una herramienta de puntuación para determinar el riesgo de someterse a cirugía para perder peso y aboga por otros instrumentos de evaluación del riesgo para otras cirugías.

A pesar de los desafíos, los obesos mórbidos no enfrentan un mayor riesgo de muerte durante la cirugía, una idea falsa entre muchos profesionales de atención de la salud, de acuerdo con el consejo.

"Algunos cirujanos tienen la impresión de que aquellos son más propensos a morir en la cirugía que las personas que no tienen este problema de peso, y por ende deciden no operarlos". "Esto no es así. Poseen mayor riesgo de embolia pulmonar, infección en la herida y otras afecciones pero no son más propensos a morir que sus homólogos de menor peso como consecuencia de la cirugía".

Fuente: Healthfinder.gov.

Los niños obesos tienen más alergias

Los niños y adolescentes obesos son un 26% más propensos a tener algún tipo de alergia, especialmente a los alimentos, según muestran las conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS) de EEUU y publicado en el último número de la revista Journal of Allergy and Clinical Immunology.

En realidad, tal y como reconocen los autores, el estudio no aclara si la obesidad causa las alergias, pero sugiere que controlar el exceso de peso en las personas jóvenes sería importante para disminuir las tasas de alergias infantiles y asma. En palabras del Dr. Darryl Zeldin, director clínico del NIEHS e investigador principal del trabajo, “hallamos una asociación positiva entre la obesidad y las alergias. La señal alérgica parece provenir fundamentalmente de las alergias a los alimentos. Y es que la tasa de alergia alimenticia fue un 59% mayor en los chicos obesos”.

Para el llevar a cabo el estudio, el equipo analizó los datos de 4.000 niños y jóvenes de 2 a 19 años, incluida información sobre alergias y asma. Los autores observaron una serie de factores, como los niveles totales de anticuerpos y alérgenos, el peso corporal y las respuestas a un cuestionario sobre diagnósticos de fiebre del heno, eccema y otras alergias. Los niños que tenían el índice de masa corporal (IMC) entre los de su edad fueron considerados obesos.

Por último, y por lo que respecta a los resultados, mostraron concretamente que los anticuerpos para alérgenos específicos eran superiores entre los niños que padecían sobrepeso u obesidad.

Fuente: Journal of Allergy and Clinical Immunology, 2009.

domingo, junio 07, 2009

Las claves para un cerebro lúcido más allá de los 90

LAGUNA WOODS, Estados Unidos.- Las damas están jugando al bridge, y a su edad el juego no es un hobby. Es un modo de vida, un solaz y un desafío, la última batalla antes de que todo se sumerja en la oscuridad.

"Cuando jugamos, corre sangre", dice Ruth Cummins, de 92 años, antes de tomar un trago de su bebida energizante. "Es lo que nos mantiene en movimiento -agrega Georgia Scott, 99-. Es donde están nuestros amigos."

En los últimos años, los científicos han sentido un intenso interés en lo que podría llamarse "el club de la supermemoria": las personas que, como Scott y Cummins, viven hasta pasados los 90 sin huellas de demencia (menos de una cada 200 de los mortales comunes y corrientes). Es un grupo que por primera vez es lo suficientemente grande como para ofrecer una visión del cerebro lúcido en los más alejados extremos de la vida humana y para ayudar a los investigadores a descifrar exactamente qué es esencial para preservar la agudeza mental hasta el final.

"Son los viejos más exitosos de la Tierra y están empezando a enseñarnos qué es importante en sus vidas, en sus genes, en sus rutinas -dice Claudia Kawas, neuróloga de la Universidad de California en Irvine-. Pensamos, por ejemplo, que es muy importante utilizar el cerebro, seguir desafiándolo, pero no todas las enfermedades mentales son iguales. Estamos viendo que un componente social puede ser crucial."

Laguna Woods, una próspera comunidad de retiro de 20.000 personas al sur de Los Angeles, está desde hace décadas en el centro de uno de los mayores estudios sobre salud y agudeza mental en los mayores. Iniciado por investigadores de la Universidad de California del Sur en 1981, y llamado el Estudio 90+, incluye a más de 14.000 personas de más de 65 años y a más de 1000 de más de 90.

Sus resultados están comenzando a alterar la forma en la que los científicos entienden el cerebro envejecido. La evidencia sugiere que las personas que pasan más de 3 horas por día envueltas en actividades mentales como jugar a las cartas tienen menor riesgo de desarrollar demencia. Pero los científicos están tratando de separar causa y efecto: ¿se mantienen activos porque todavía están alertas? ¿O están alertas porque se mantienen activos?

Para ahuyentar la demencia

Este y otros estudios también indican que algunos genes pueden ayudar a las personas a mantenerse lúcidas incluso con cerebros que muestran los signos del mal de Alzheimer.

Para mudarse al barrio cerrado de Laguna Woods, un prolijo arreglo de bungalows y condominios, hay que cumplir con varios requisitos, uno de los cuales es no requerir cuidado de tiempo completo. Todos los que llegan están lúcidos, ya sea que tengan 65 o 95 años.

Aquí comienzan una nueva vida. Hacen amigos. Tal vez tengan nuevos intereses románticos. Ensayan nuevas actividades en uno de los centros de actividad física o nuevos hobbies en los de más de 400 clubes de residentes.

"Vivimos el día", dice Leon Manheimer, un antiguo residente que ya está en los 90. Es precisamente la habilidad de formar nuevos recuerdos del día, del presente, lo que usualmente desaparece primero en la demencia, descubrieron los estudios de Laguna Woods y otros. Aquí, muchos residentes lo detectan en un lugar: la mesa de bridge, un juego que requiere una fuerte memoria.

Hasta ahora los científicos reunieron pocas evidencias de que la dieta o el ejercicio afecten el riesgo de demencia de las personas de más de 90. Pero algunos argumentan que el ejercicio mental -hacer palabras cruzadas, leer- puede retrasar la llegada de los síntomas. Y las interacciones sociales pueden ser muy importantes, sospechan. En el aislamiento, una mente humana sana puede quedar en blanco y desorientarse rápidamente, descubrieron los psicólogos.

"Con cuanta más gente uno tenga contacto, tanto en su casa como afuera, mejor le va física y mentalmente -dice la doctora Kawas-. Para interactuar con gente regularmente, incluso con extraños, uno utiliza tantas destrezas mentales como para resolver problemas."

Los científicos sospechan que algunas personas con gran experiencia en un juego como el bridge podrían extraer reservas para protegerse de sus pérdidas de memoria. Pero esto todavía no pudo confirmarse ni refutarse.

Fuente: diario La Nación.

Nueva vía de comunicación entre el tejido adiposo y el páncreas

Investigadores del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche (Alicante) y del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas (Ciberdem), liderados por el Prof. de la UMH Iván Quesada, han descubierto una nueva vía de comunicación entre el tejido adiposo y el páncreas endocrino a través de la leptina.

Esta nueva vía apoya la hipótesis de que las grasas corporales pueden modular la concentración de glucosa en la sangre a través de su acción en el páncreas. Por tanto, fallos en esta ruta podrían tener gran implicación en la aparición de diabetes en individuos obesos.

En concreto, como indican los autores, “este estudio muestra que la hormona leptina liberada por el tejido graso es capaz de suprimir la secreción de la hormona glucagón de las células alfa del páncreas endocrino”. La insulina y el glucagón tienen un papel fundamental en la regulación de la concentración de glucosa en sangre. De hecho, la diabetes está asociada a alteraciones en la secreción de estas dos hormonas.

Así, el presente trabajo demuestra por primera vez en ratón y en humanos que la célula alfa “presenta receptores de leptina, cuya activación inhibe la actividad eléctrica, los procesos de señalización intracelular y la secreción de glucagón en estas células. De esta manera, se establece una nueva vía de diálogo entre el tejido adiposo y el páncreas”. Esta comunicación permitiría “una modulación de los niveles de glucosa en la sangre por parte de las grasas corporales a través de su acción sobre el glucagón”.

Fuente: Diabetes, Journal of the American Diabetes Association.

Aerolíneas no cobrará asiento extra a los obesos

Aerolíneas Argentinas y Austral se transformaron ayer en las primeras compañías aéreas del país que dejaron de cobrar asiento extra a las personas obesas en sus vuelos de cabotaje. Esta práctica, la de venderle otro asiento a los pasajeros que no entran en uno solo, es común en todas las empresas aéreas del mundo.

"No hay ninguna otra transportadora aérea afiliada a IATA que exima del pago del segundo asiento a los obesos. Somos pioneros", dijo a Clarín Rubén Nobile, gerente de ventas de Aerolíneas. La IATA es la Asociación Internacional de Transporte Aéreo y nuclea a las 230 principales empresas del mundo.

En Aerolíneas y Austral pusieron un par de requisitos para llevar a pasajeros obesos sin que deban pagar asiento extra: que avisen a la aerolínea con 48 horas de anticipación de su condición y que envíen por fax un certificado médico autorizando al viaje.

"El certificado es por seguridad. El pasajero puede tener graves dificultades para subir al avión o sufrir alguna descompensación a bordo, por eso se pide que un médico lo autorice a viajar", explicó el gerente Nobile.

Una vez arriba de la aeronave, al pasajero que vaya a viajar en clase económica y tenga más de 135 cm de perímetro abdominal se le darán dos asientos y se levantará el apoyabrazos que separa uno de otro. Además se le facilitará un prolongador del cinturón de seguridad. En "business" el perímetro abdominal para ocupar dos asientos deberá ser superior a los 149 cm.

La iniciativa entró en vigencia a fines del mes pasado. En las primeras 24 horas en vigor ninguna persona obesa hizo uso del segundo asiento gratuito. "Suponemos que en los próximos días bastante gente obesa se acercará para viajar con nosotros", sostuvo Nobile.

Por año ambas compañías transportan alrededor de 3 millones de pasajeros en sus vuelos de cabotaje; se calcula que el 0.1 por ciento del total (es decir unas 3.000 personas) es obesa.

Julio Alak, presidente del directorio de Aerolíneas, calificó a la disposición como "antidiscriminatoria". Alak adelantó, además, que se está estudiando ampliar la política del segundo asiento gratis también a los vuelos regionales e internacionales. La iniciativa fue recibida con entusiasmo por la titular del INADI, María José Lubertino: "Este gesto nos pone a la vanguardia de las líneas aéreas".

Fuente: Clarín.com.

La cara desigual de la salud en el mundo

Ochenta y seis años en Japón pero tan sólo 39 en Sierra Leona. Aunque más optimista, el nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) continúa arrojando datos escalofriantes sobre las desigualdades no sólo en la esperanza de vida -encabezada por el citado país asiático y finalizada por el africano- sino en múltiples ámbitos de carácter básico, como el acceso a agua potable o a asistencia médica.

Los hombres que más cumpleaños celebran son los nativos de San Marino, con una media de 81. Y, en cuanto a las mujeres, son las japonesas las que más velas soplan, hasta 86, representando la cifra más alta de todo el mundo.

En la otra cara de la moneda aparece Sierra Leona, con una esperanza de vida que no llega a los 40 años, en el caso de los hombres. O Afganistán, donde ellas no suelen vivir más de 42 años.

La OMS insiste en que la situación sanitaria mundial está mejorando pero, a la vista de semejantes datos, no parece que sea suficiente. "Está claro que se necesita realizar un mayor esfuerzo para robustecer los sistemas sanitarios en los países con altos niveles de HIV/sida, dificultades económicas o conflictos armados", explica Ties Boerma, director del departamento de Estadística Sanitaria e Informática de este organismo.

"Y es más", añade el doctor Boerma, "hay que prestar especial atención a los grupos más pobres, presentes en países con un progreso que suele ser el más lento y con tasas de mortalidad infantil que permanecen altas".

De hecho, "un 40% de los 58 millones de defunciones registradas [en 2007] y un tercio de los años de vida sana perdidos cada año en todo el mundo" son consecuencia de riesgos prevenibles. Esto es, una mala alimentación del lactante, peso inadecuado del bebé, falta de saneamiento, prácticas sexuales de riesgo, consumo de tabaco, desnutrición...

Mortalidad infantil

En comparación con 1990, que es la cifra base que toma la OMS para medir estos cambios poblacionales, la mortalidad entre menores de 5 años se ha reducido notablemente: 9 millones en 2007 frente a los 12.5 de entonces. Sin embargo, la cifra sigue bastante lejos de uno de los objetivos del milenio, que pretende reducirla en dos terceras partes en el año 2015.

"Se estima que un 37% de las muertes infantiles se produce durante el primer mes de vida y, de ésas, la mayoría sucede en la primera semana", apunta el estadista de la OMS.

Aunque todavía insuficiente, sobre todo en algunos países del continente africano, esta disminución responde al refuerzo de los sistemas sanitarios y a la puesta en marcha de diferentes iniciativas. Según la OMS, resultan determinantes las mosquiteras tratadas con insecticidas, las terapias de rehidratación o el mayor acceso a vacunas y a agua potable.

Enfermedades no infecciosas

El informe presta especial atención a los cambios en las causas de mortalidad. Las enfermedades infecciosas, si bien continúan desempeñando un papel protagonista, ya no son la causa principal de muerte en el mundo. Su lugar lo han ocupado las no transmisibles.

"A medida que la fecundidad disminuye, los ingresos aumentan, las poblaciones envejecen y se urbanizan, los perfiles epidemiológicos también cambian, con una participación creciente de las enfermedades no transmisibles, los accidentes y otras causas externas en la carga de morbilidad", expresa el documento.

Enfermedades cardiovasculares, cáncer, problemas respiratorios... Estos trastornos no infecciosos suponen 6 de cada 10 muertes. Los traumatismos y las "afecciones contagiosas o nutricionales" son responsables del resto de fallecimientos.

Más mortalidad, mayor crecimiento poblacional

Como era de esperar, África se mantiene a la cabeza del crecimiento poblacional: su tasa es 10 veces superior a la de Europa. En 2007, por término medio, cada mujer [africana] tuvo unos 5 niños, frente al promedio de 1.6 niños en el continente europeo.

Por otro lado, la OMS recalca que las regiones con mayor tasa de crecimiento suelen ser, además, las más jóvenes. "En África, el 43% de las personas es menor de 15 años, frente a sólo el 18% en Europa y el 28% a escala mundial".

Este escaso envejecimiento en África -mueren en torno a los 40 años-, junto con las todavía altas tasas de mortalidad infantil y maternal, muestra una vez más la necesidad de incrementar los esfuerzos.

"Los retos pendientes son los que nos presentan los sistemas sanitarios débiles, los relacionados con las enfermedades crónicas y no infecciosas, y las amenazas sanitarias emergentes, como las pandemias o el cambio climático", concluye Ties Boerma.

Fuente: El Mundo.es.

La panza de los padres también crece durante el embarazo

Nueve meses de competición de barrigas. Ellas engordan porque tienen una criatura dentro. Ellos, "por solidaridad" hacia sus parejas. Sea como sea, lo cierto es que en el embarazo no son las mujeres las únicas a las que les crece la panza.

Una encuesta del Reino Unido acaba de revelar que los futuros padres suelen ganar, en promedio,unos 6.35 kg durante la gestación.

Según el sondeo, realizado por la compañía Onepoll a 5.000 padres británicos, el 25% de los hombres afirma que come más durante ese período para que su mujer no se sienta mal con su aumento de peso. El problema es que esta ingesta mayor de calorías procede, fundamentalmente, de productos poco saludables.

Entre los "antojos" más comunes de los futuros progenitores destacan las pizzas, la cerveza, el chocolate, y los aperitivos fritos. Asimismo, indican que sus parejas femeninas les preparan comidas más abundantes durante el embarazo.

Otro motivo por el cual a los hombres también les aumenta la circunferencia de la cintura es porque en esos 9 meses suelen salir a cenar con sus parejas fuera de casa más que antes.
El 42% de los encuestados reconoció que acudían más a restaurantes y pubs para aprovechar el tiempo antes de que naciera el bebé y les cambiara la vida.

Sin embargo, el 20% de los varones no es conciente de este aumento de peso que ha experimentado hasta que los pantalones dejan de servirle y tienen que renovar el armario con "ropa de partenidad" para su nueva figura.

Aunque culpan en parte a las mujeres por su aumento de peso, lo cierto es que después no hacen nada para perder los kilos que les sobran.
Según la encuesta, tan sólo 1/3 de los padres se pone a dieta tras el nacimiento del bebé, cosa que sí hacen prácticamente todas las madres.

Además de tener menos cintura, diversos estudios han demostrado que el embarazo también influye en los hombres, que experimentan cambios de humor, estrés, y otros trastornos.

Fuente: Intramed.net.