Mundo Salud

Este es un espacio de noticias y consejos relacionados con la nutrición, la salud y el estilo de vida, para estar al tanto de los avances de la ciencia y practicar el auto cuidado responsable.

martes, marzo 03, 2009

El estrés provoca hipertensión arterial y alteraciones metabólicas

El estrés puede provocar hipertensión arterial y alteraciones metabólicas debido al exceso de secreción de catecolaminas (parecidas a la adrenalina) y al aumento de la frecuencia cardiaca que tiene como consecuencia un incremento de los niveles de azúcares y grasas en sangre, según ha informado este el vicepresidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el doctor Francisco Chorro, durante la reunión anual que celebra la sociedad estos días en Oviedo.

"El incremento de la tensión arterial, de la frecuencia cardíaca y las alteraciones metabólicas favorecen el desarrollo de la aterosclerosis, lo que puede desencadenar complicaciones cardiovasculares asociadas, tales como infartos, anginas de pecho y accidentes cerebrovasculares", ha explicado el doctor.

"Por lo general, siempre se ha relacionado el hecho de ocupar un cargo profesional de responsabilidad con un mayor grado de estrés", ha comentado. Sin embargo, "esto no es del todo cierto, si tenemos en cuenta que el estrés está directamente relacionado con una situación personal de incertidumbre e inseguridad que puede no estar vinculada a la actividad profesional". "Esta situación, unida al grado de responsabilidad en el trabajo, puede hacer a las personas más vulnerables ante el estrés", añade el especialista.

Si esta situación no varía y el paciente vive una situación de estrés continuado, puede desembocar en la aparición de arritmias y, en pacientes que las padecían con anterioridad, aumentar su frecuencia. Tal y como ha asegurado el vicepresidente de la SEC, "en algunos casos se trata de arritmias que no tienen repercusiones, pero en otros casos pueden ser importantes, ya que pueden favorecer la aparición de diversas complicaciones, especialmente si existen antecedentes de cardiopatías".

Modificar las situaciones que producen estrés, "si es posible revitalizar las situaciones de la vida diaria y adoptar hábitos de vida saludable son las mejores formas de combatir el estrés", recomienda este experto.

Fuente: El Mundo.es.

Hay más ACV en barrios con más restaurantes de comidas rápidas

Un estudio reciente sugiere que vivir en barrios repletos de restaurantes de comidas rápidas podría aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular en 13%, en comparación con residir en lugares en los que hay menos de estos restaurantes.

No se sabe si la relación prueba causalidad, sin embargo, según el Dr. Lewis B. Morgenstern, autor del estudio y profesor de neurología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Michigan.

"Lo único que tenemos seguro es que si usted vive en un barrio con una concentración importante de restaurantes de comida rápida, está en mayor riesgo", aseguró Morgenstern. Presentó su estudio el jueves en la Conferencia internacional sobre el accidente cerebrovascular en San Diego.

El equipo de investigación de Morgenstern recopiló información sobre casos de accidente cerebrovascular en el condado de Nueces, Texas, y halló 1.247 casos de accidente isquémico entre enero de 2000 y junio de 2003. Cada año ocurren más de 700.000 accidentes cerebrovascular en los EE. UU., la mayoría de ellos isquémicos, en los que los vasos sanguíneos resultan obstruidos.

Los investigadores luego determinaron la cantidad de restaurantes de comidas rápidas en el condado (262) y se concentraron en 64 sectores de la Oficina del Censo de los Estados Unidos para determinar la cantidad de restaurantes de comidas rápidas en cada región. Solo contaron restaurantes que tenían al menos dos de cuatro características, o sea, servicio de comida rápida, negocio de comida para llevar, ausencia de personal de camareros o muy pocos, y pago antes de recibir la comida. Además, clasificaron los barrios desde la mayor cantidad hasta la menor de este tipo de restaurantes.

Morgenstern aseguró que sería difícil descomponer cuántos restaurantes de comidas rápidas hay por cuadra o por kilómetro en áreas de alta concentración. Sin embargo, cada sector censal incluyó a 5.000 personas y los barrios del 25% superior tenían 33 restaurantes por sector, mientras que los que menos tenían, tenían doce.

Su análisis determinó que "había un aumento de 13% en el riesgo de accidente cerebrovascular en el 25% superior en comparación con el 25% inferior", señaló Morgenstern. El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.

"Es interesante, pero no sabemos si es causal", señaló el Dr. Ralph Sacco, presidente del departamento de neurología de la facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami y vocero de la American Stroke Association.

Sin embargo, los hallazgos son plausibles, señaló el Dr. Dean Johnston, profesor clínico asistente de neurología de la Universidad de Columbia Británica. "Esto sugiere que la dieta y los factores del estilo de vida son importantes para la prevención del accidente cerebrovascular", dijo. La comida rápida se ha relacionado con la obesidad y la obesidad aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular.

¿Cuál es la conclusión para los consumidores?
Cualquiera que se cambie de casa debería prestar atención al barrio, recomendó Morgenstern, lo que incluye la cantidad de tiendas en donde se pueden conseguir frutas y verduras frescas y la cantidad de restaurantes de comidas rápidas.

Fuente: International Stroke Conference, 2009.

El calcio reduciría la incidencia de cáncer colorectal

El efecto es más intenso para las mujeres, según un estudio, y no se extiende a otras malignidades.

Según halla un estudio del Instituto Nacional del Cáncer, la ingesta elevada de calcio en la dieta podría reducir la incidencia de cáncer colorectal, sobre todo en las mujeres, aunque no parece tener efectos sobre la reducción de otras malignidades.

No está aclaro por qué debería afectar el calcio el riesgo de cáncer de otra manera en las mujeres, según Yikyung Park, científica de planta del NCI que dirigió el estudio. "Se puede especular que factores metabólicos u hormonales contribuyen a esta diferencia", dijo.

Park y sus colegas se basaron en la información sobre cerca de 500.000 hombres y mujeres que participaron en el Estudio de dieta y salud de los Institutos Nacionales de Salud-AARP. Los participantes llenaron un cuestionario sobre alimentación cuando se inscribieron y luego se les dio seguimiento durante un promedio de 7 años.

"Tanto en los hombres como en las mujeres, la ingesta de calcio y lácteos se relacionó inversamente con los cánceres del sistema digestivo", informaron los investigadores en la edición del 23 de febrero de Archives of Internal Medicine.

El quinto superior de las mujeres que tuvieron la ingesta más alta en promedio ingirieron 1.881 mg de calcio diarios. El grupo experimentó un riesgo 23% inferior de cáncer de colon que las mujeres del quinto más bajo de la ingesta, que en promedio ingirieron 494 mg diarios. La reducción comparable para los hombres fue de 16%.

El Instituto de Medicina de los EEUU recomienda una ingesta diaria de calcio de 1.200mg para los adultos a partir de los 50 años, más o menos la cantidad que se encuentra en 3 tazas diarias de productos lácteos, las principales fuentes de calcio. Entre otras fuentes de calcio se encuentran las sardinas y las verduras de hoja verde.

El informe anotó que se ha demostrado que el calcio reduce los crecimientos anormales e induce el recambio normal de las células.

El estudio se realizó porque "la hipótesis es que el calcio cumple funciones diferentes en distintos puntos de cáncer, aunque las pruebas han sido incompletas, inconstantes y limitadas", advirtió Park.

Un experto piensa que el estudio es importante. "Éste es el primer artículo que contempla el calcio, los lácteos y todos los tipos de cáncer combinados", señaló Marji McCullough, directora estratégica de epidemiología nutricional de la American Cancer Society. Los hallazgos, dijo, "coinciden con la literatura existente".

Por ejemplo, un ensayo controlado sobre el que se informó el año pasado no halló efectos protectores en la ingesta de calcio contra el cáncer de mama. El nuevo informe confirma ese hallazgo y también halla que el nutriente no ofrece efectos protectores contra el cáncer de próstata.

Los resultados del estudio del NCI "coinciden con las directrices para una dieta saludable", aseguró McCullough. "Sin embargo, es importante que la gente entienda que no debería exagerar con el calcio".

No se halló ningún efecto protector adicional por ingestas de calcio superiores a los 1.300 mg diarios, según el estudio del NCI.

Las recomendaciones actuales sobre el calcio se cumplen mejor con fuentes dietéticas más que con complementos, agregó McCullough, en parte porque la dieta ofrece más que solo calcio. "El calcio y la vitamina D están altamente correlacionados y es difícil aislar un solo componente", dijo. "Podría ser que una combinación de nutrientes sea importante".

La combinación de calcio y vitamina D es importante porque la vitamina D facilita la absorción del calcio en el sistema digestivo. La piel también produce vitamina D de manera natural por medio de la exposición al sol.

Otro informe en la misma edición de la revista halla que una combinación de vitaminas B6, B12 y ácido fólico parece reducir el riesgo entre las mujeres de degeneración macular relacionada con el envejecimiento, una causa importante de pérdida de la visión para los estadounidenses de mayor edad.

Un ensayo controlado en el que participaron más de 5.400 mujeres a partir de los 40 años halló una incidencia 34% inferior del trastorno ocular entre las mujeres que tomaron las vitaminas, en comparación con las que tomaron un placebo inactivo, señaló el informe de investigadores de la facultad de medicina de la Harvard y del Hospital Brigham and Women''s de Boston.

Fuente: Archives of Internal Medicine, 2009.

domingo, marzo 01, 2009

El ácido úrico alto en los adultos aumenta el riesgo de muerte

En los adultos chinos de mediana edad, los niveles altos de ácido úrico en sangre son un vaticinador sólido de muerte por enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular y todas las demás causas, reveló un estudio realizado en Taiwán.

Eso fue aplicable no sólo para los grupos de alto riesgo, sino también para la población general y potencialmente para los grupos de bajo riesgo, precisó en la revista Arthritis & Rheumatism el equipo dirigido por Wen-Harn Pan, de la Universidad Nacional de Taiwán, en Taipei.

El ácido úrico es un producto de desecho del metabolismo del nitrógeno y se elimina en la orina. Durante décadas se sostuvo que el ácido úrico está presente en altas cantidades en las articulaciones de las personas con gota.

Recientemente, se demostró que sería también una "señal de alarma" que producen las células dañadas que disparan la inflamación y una fuerte respuesta inmune.

El equipo analizó datos de 42.000 hombres y 49.000 mujeres de unos 51 años a los que se les habían hechos análisis clínicos entre 1994 y 1996 y se los controló hasta fines del 2003.

En el primer análisis se identificó ácido úrico elevado (más de 7 mg/dl en sangre) en el 40% de los hombres y en el 11% de las mujeres.

Durante los 8.2 años que duró el estudio, murieron 5.427 personas y 1.151 de esas muertes se debieron a enfermedad cardiovascular.

En la cohorte, un nivel alto de ácido úrico en sangre estuvo asociado con un aumento estadísticamente significativo del riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca o cualquier otra causa.

Tener ácido úrico alto en sangre modificaba especialmente el riesgo de muerte en las personas hipertensas o diabéticas.

Según Pan, los niveles altos de ácido úrico en sangre son un factor de riesgo de muerte cardiovascular "aún en los pacientes sin los factores de riesgo tradicionales de enfermedad cardiovascular".

"Es importante estudiar si el ácido úrico influye en la etapa temprana del desarrollo de la enfermedad", agregó.

El equipo concluyó: "Los datos demostraron que las personas con altos niveles de ácido úrico tienen una menor supervivencia que el resto de los pacientes. De todos modos, se necesitan más ensayos para determinar si al reducir esos niveles mejora la supervivencia".

Fuente: Reuters.

Patrones alimentarios están asociados a mayor riesgo de diabetes

Las personas que consumen grandes cantidades de carnes rojas, cereales refinados y otros alimentos tendrían más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, reveló un estudio publicado en la revista Diabetes Care.

Los resultados sugieren también que esos alimentos promoverían la aparición de la diabetes en parte porque aumentan la inflamación en el organismo.

La diabetes tipo 2 está asociada con la obesidad y mantener un peso saludable con ayuda de una dieta equilibrada y ejercicio puede reducir el riesgo de desarrollarla.

Pero existen también evidencias de que las personas con altos niveles en sangre de ciertas proteínas asociadas con la inflamación tienen alto riesgo de desarrollar diabetes, independientemente de su peso corporal.

En el nuevo estudio, los autores analizaron la relación entre los patrones alimentarios y los niveles en sangre de dos proteínas, que son marcadores de inflamación sistémica: el inhibidor 1 del activador del plasminógeno y el fibrinógeno.

El equipo halló que entre los 880 participantes de mediana edad, los que consumían grandes cantidades de ciertos alimentos (carnes rojas, queso, cereales refinados, productos derivados del tomate, huevos y papas fritas) tendían a tener niveles más altos de esas dos proteínas.

Es más, esos participantes tenían mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en 5 años. Y quienes consumían esos alimentos con más frecuencia eran 4 veces más propensos a desarrollar diabetes que los que lo hacían con menos habitualidad.

Los resultados sugieren que la inflamación es una causa por la que ese patrón alimentario especial aumenta el riesgo de diabetes, señaló la autora principal del estudio, la doctora Angela D. Liese, de la University of South Carolina.

"La otra cara de la moneda", dijo la autora a Reuters Health, es que la dieta equilibrada, con frutas y verduras, cereales integrales, lácteos descremados y fuentes saludables de grasa, como el aceite de oliva y las nueces, reduciría el riesgo de diabetes.

Esa interpretación, señaló Liese, va más allá de los datos obtenidos. Pero estudios previos habían asociado esos hábitos alimentarios con un menor riesgo de desarrollar diabetes.

Fuente: El Mundo.es.

Diabéticos pueden comer carbohidratos, pero con pocas calorías

La doctora Bonnie J. Brehm y colegas de la University of Cincinnati, en Ohio, dirigieron un ensayo clínico en el cual 124 sujetos obesos o con sobrepeso y diabetes tipo 2 fueron asignados a una dieta de alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados o con muchos carbohidratos durante un año.

Los planes dietéticos se individualizaron para proporcionar 200-300 calorías por día menos de los requisitos diarios calculados, explicó el equipo en la revista médica Diabetes Care.

Después de un año, el 69% del grupo con dieta de alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados y el 84% del grupo con dieta de alto contenido de carbohidratos todavía estaban participando.

La pérdida media de peso era similar en ambos grupos: 4.0 kg en el primer grupo y 3.8kg en el grupo con dieta de alto contenido de carbohidratos.

También hubo mejoras similares de la grasa corporal, perímetro de la cintura, presión arterial, colesterol HDL "bueno", A1C, y de la glucosa y la insulina.

En 18 participantes de cada grupo que accedieron a una evaluación de seguimiento 18 meses después de la conclusión del estudio principal, los investigadores hallaron que la mejora de la pérdida de peso y la A1C se había mantenido.

"Los resultados de nuestro estudio indican que las dietas de alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados pueden ser alternativas saludables a las dietas de más bajo contenido de grasa tradicionales", concluyeron Brehm y sus colegas.

Los proveedores de atención sanitaria con pacientes diabéticos "pueden ofrecer orientación continua para una variedad de dietas de más alto contenido de carbohidratos o ácidos grasos monoinsaturados a la vez que de contenido energético controlado", aconsejó el equipo.

Abandonar la filosofía de una única opción para todos y proporcionar dietas alternativas, sugirieron los autores, puede animar a las personas con diabetes a continuar con una dieta reducida en calorías.

Fuente: Reuters.

Las mujeres sufren más trastornos digestivos

Hinchazón abdominal, tránsito intestinal lento, pesadez, constipación y acidez son los síntomas que más frecuentemente indican la presencia de algún trastorno funcional digestivo. Las mujeres son las más afectadas; el 71.1% sufre alguno de los síntomas. En cambio, el porcentaje desciende a 51.3% en los hombres. Así lo afirmó un sondeo de Gallup entre 503 personas, de 18 a 70 años, en Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, que además reveló que 2 de cada 3 mujeres sufren distensión abdominal.

"Hay que explicarle muy bien al paciente que detrás de un trastorno funcional no hay ninguna enfermedad orgánica demostrable", dijo el doctor Juan Andrés De Paula, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano de Buenos Aires, durante una reunión de prensa que ayer organizaron La Serenísima y Danone, en el Hotel InterContinental de Buenos Aires.

"Estos pacientes tienen una muy mala calidad de vida, comparable a la de enfermedades orgánicas", aseguró el especialista. También explicó que el estrés, una mala alimentación, la inactividad física y las características propias de la flora intestinal son las principales causas de estos trastornos, de los que aún no se conocen todas y por lo tanto no es fácil indicar un tratamiento que tenga resultados garantizados.

Según el doctor Luis Bustos Fernández, director del Instituto de Gastroenterología que lleva su nombre, la ingestión de alimentos con ciertos probióticos ayuda a tratar algunos de estos síntomas, pero también es necesario disminuir el estrés, incorporar una dieta adecuada y hacer actividad física.

Fuente: diario La Nación.

Hacer dieta mejoraría la memoria de los mayores

El estudio fue hecho sobre un grupo con 60 años promedio que ingirió un 30% menos de calorías.

¿Comer bastante menos puede hacer que la memoria de las personas mayores funcione mejor? Pues, sí, según el primer estudio experimental realizado con seres humanos, en la Universidad de Münster, en Alemania. Demostró que un grupo de personas que aceptó ingerir un 30% menos de calorías durante 3 meses tuvieron un rendimiento superior. Sin embargo, el resultado no es absolutamente concluyente. Ni tampoco un consejo que todavía pueda ser dado a todo el mundo.

Las personas mayores que tienen un peso normal o por debajo de la media, deben ser "extremadamente cuidadosas" al intentar una dieta con restricción de calorías, según advirtió la Asociación Dietética Británica, tras la publicación del estudio en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, de los EEUU.

El estudio forma parte de un largo y controvertido intento por extender el tiempo de vida sano de la gente. En 1934, Mary Crowell y Clive McCay, de la Universidad de Cornell, observaron que las ratas que tenían en el laboratorio duplicaban su tiempo de vida si se les reducía la ingesta de calorías. Otros científicos tomaron la posta poniendo sus miradas en ratones, monos, mosca de la fruta, y otros animales.

La mayoría de esos trabajos señalan que los animales viven hasta un 50% más de su tiempo normal de vida, cuando se los restringe en la dieta. Pero es difícil trasladar esos resultados a los seres humanos, quienes podrían sufrir la falta de nutrientes esenciales. En setiembre de 2008, un trabajo en la Universidad de Washington, en St. Louis, alertó que la restricción podría no funcionar en humanos, si no se pone también atención a las proteínas.

Ahora, se sumó el trabajo del grupo de Agnes Flöel, Universidad de Münster, de Alemania, con 50 voluntarios sanos de 60 años en promedio. Los dividieron en 3 grupos: el primero bajó un 30% el consumo de calorías. El segundo aumentó un 20% el consumo de aceite de oliva y pescado. Y el tercero siguió una dieta con un consumo normal de calorías. A los 3 meses, los investigadores les tomaron pruebas de memoria. Los del primer grupo, que habían reducido las calorías, tuvieron un mejor rendimiento de su memoria. Además, redujeron sus niveles de insulina y los marcadores de inflamación.

"Este estudio necesita ser convalidado por otros más amplios. Hoy, si las personas mayores quieren vivir más y bien, deben seguir una actividad física moderada. Debe ser acompañada por una alimentación saludable, y mucha actividad intelectual y social", opinó Oscar Gershanik, director científico del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.

Fuente: diario Clarín.