Mundo Salud

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lunes, mayo 21, 2007

Corazón femenino protegido

Con la creciente concientización de las mujeres acerca de sus riesgos (hasta ahora subvalorados) de padecer afecciones cardíacas, surge la inquietud por aquellas modalidades ligadas al estilo vida que pueden colaborar en evitar los riesgos.

A decir verdad, las indicaciones no difieren sustancialmente de las enumeradas para la población masculina, pero nunca está demás recordarlas.

Las 8 pautas para la prevención de las enfermedades cardíacas son:

1. No fumar

Más del 50% de los ataques cardíacos en mujeres menores de 50 años se relacionan con el hábito de fumar.
Se ha comprobado en las mujeres fumadoras que abandonan esta práctica, que a los 2 años disminuyen su riesgo cardiovascular en un 33%.
Para dejar de lado la práctica de fumar existen diversos recursos, como parches de nicotina, fármacos de diverso tipo, cursos y terapias. Consulte acerca de la alternativa más apropiada para Ud. Si alguien de su familia o su entorno fuma, trate de disuadirlo. Recuerde que se ha comprobado el daño que sufre el “fumador pasivo”.

2. Controlar al presión arterial

El control de la presión arterial a través de un programa que incluya buenos hábitos alimentarios, descenso de peso, ejercicio físico y fármacos especiales, constituye un excelente modo de prevenir afecciones cardiovasculares.

3. Mantener controlado el nivel de colesterol sanguíneo
Los chequeos médicos periódicos permiten conocer las cifras de colesterol sanguíneo. Este es el primer paso para adoptar terapias tendientes a su descenso. Entre ellas, se encuentra la alimentación, la práctica de actividad física y, eventualmente, la administración de fármacos como las estatinas.

4. Conservar un peso corporal saludable
Es saludable estar en el peso indicado. No es necesario transformarse en una modelo de pasarela, pero sí deshacerse del exceso de peso que conspira contra la actividad cardíaca, sobrecargando el órgano y exigiendo un mayor trabajo circulatorio.
Muchas de las medidas indicadas para reducir el colesterol y la presión arterial son perfectamente aplicables al propósito de descender de peso. Es decir, con simples medidas se pueden lograr varios objetivos de manera simultánea.

5. Practicar ejercicio físico con regularidad
Aunque su peso corporal sea el indicado, la realización de ejercicio físico con regularidad o periodicidad es importante para mantener en forma al corazón. Recuerde que al fin y al cabo el corazón es un órgano muscular y su estructura responde a la de otros músculos del cuerpo. Se recomienda practicar 30 minutos diarios, como mínimo.
En todos casos, la práctica de actividad física, sobre todo entre quienes poseen factores de riesgo cardiovascular debe estar precedida por la indicación y la supervisión médica.

6. Consumo de menor proporción de grasas
Al reducir las grasas en la alimentación podrá disminuir a la vez el peso corporal y el colesterol sanguíneo. Consulte a su nutricionista para asesorarse en detalle.

7. No pierda de vista el control de su diabetes
Todo paciente diabético tienen como ”valor agregado” un mayor riesgo de padecer trastornos cardíacos. Se ha comprobado que cuanto mejor sea el control de esta enfermedad metabólica menores serán los riesgos estimados en la esfera cardiovascular.

8. Preste atención a los dolores de pecho
Aunque no siempre el dolor en el pecho obedece a una causa cardíaca, es conveniente que este hecho sea descartado por su médico. Otras veces, los dolores cardíacos pueden expresarse en lugares menos típicos, como la mandíbula, el hombro izquierdo o el cuello. Ante estas manifestaciones, consulte con su médico; del mismo modo debe proceder si experimenta fatiga o falta de aire.
Tenga en cuenta que estas recomendaciones son útiles también para mejorar otros aspectos de su salud y de su vida. Apréstese a realizarlos y verá mejorar su calidad de vida presente y futura.

Fuente: Cardio on line.