Mundo Salud

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lunes, noviembre 20, 2006

Lanzan un plan de cirugías gratuitas para combatir la obesidad extrema

Provincia de Buenos.

Comenzará hoy con la realización de dos bypass gástrico en un hospital platense. Hay otros 130 pacientes en lista de espera.

La esperanza de modificar una adicción difícil estará presente hoy en los quirófanos del Hospital General San Martín de La Plata: dos pacientes con obesidad extrema —pesan entre 180 y 200 kilos— serán operados gratuitamente con la técnica de bypass gástrico. Por primera vez un centro asistencial estatal bonaerense se hará cargo de las cirugías que tienen un costo superior a los 7 mil pesos.
Las operaciones forman parte de un programa multidisciplinario del Ministerio de Salud provincial, destinado a acompañar en los tratamientos a los enfermos crónicos de obesidad mórbida. Es decir, cuando el paciente presenta complicaciones clínicas debido al extremo exceso de peso, como problemas musculares, alteraciones en los valores del ácido úrico, hipertensión y lesiones en las articulaciones, entre otras. Es un diagnóstico al que se llega cuando el índice de masa corporal (es la relación entre el peso y la talla al cuadrado) está entre 40 y 50. En los registros del hospital ya están anotados en lista de espera para las intervenciones 130 personas.
Las cirugías previstas para hoy consistirán en la aplicación de la técnica denominada proximal. El equipo de especialistas a cargo del procedimiento será dirigido por el director del Programa de Cirugía Bariátrica del Cedars Medical Center de Miami, Néstor de la Cruz. Es un experto: en su curriculum figuran más de 1.200 experiencias en aplicación de este mecanismo que se revela como una herramienta eficiente para la lucha contra la hiperobesidad.
La cirugía se transmitirá en vivo a un aula del Servicio del hospital San Martín para orientación de los especialistas que continuarán con el plan contra la obesidad. Los pacientes que tendrán las primeras coberturas asistenciales del Estado son un hombre de La Plata de 37 años que lleva internado varios meses y pesa 180 kilos. El otro tratamiento se aplicará a un vecino de San Nicolás de 45 años que superó los 200 kilos.
Según explicó el jefe de cirugía del San Martín, Mario Canestri, la intervención consistirá en la reducción del estómago a una pequeña estructura de 20 cm3 de capacidad. El resto del órgano quedará excluido mediante suturas mecánicas. La nueva cavidad se conectará, para descarga, a un sector del intestino que no tiene función. Es el tramo llamado asa desfuncionalizada.
Con esta modificación orgánica, comienza una nueva vida para el paciente. En primer lugar, debe adecuar sus hábitos alimenticios. Deberá intensificar la masticación, porque el sistema digestivo requerirá mayor desintegración de los alimentos. Además, tendrá un efecto inmediato: comerá menos, porque la capacidad estomacal quedará reducida.
La estrategia quirúrgica prevé la utilización del sistema laparoscópico. Es decir, con pequeñas incisiones en el abdomen por donde los médicos ingresarán el instrumental. El post operatorio requiere entre 2 y 5 días de internación. "No es un método curativo. Es un instrumento que ayuda a cambiar las costumbres alimenticias", explicó Canestri.
El programa oficial incluye un trabajo de control de los pacientes con psicólogos, neumonólogos, gastroenterólogos y nutricionistas.
En el San Martín de La Plata se especializaron en cirugías para la obesidad. Entre 2002 y 2004 se aplicaron las técnicas de colocación de "bandas gástricas", que en nuestro país se popularizaron después del tratamiento de Diego Maradona. Pero, no es una fórmula mágica. Los pacientes requieren una preparación previa de varios meses y tratamiento de por vida.

Operaciones en centros porteños

Las cirugías bariátricas, como el bypass gástrico, hoy no están cubiertas dentro del Programa Médico Obligatorio. Aunque la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación elevó recientemente una propuesta para incluir la cobertura de esas cirugías como última opción, después de que hayan fracasado los otros tratamientos.
En la Ciudad de Buenos Aires, estas operaciones se realizan gratis en el Hospital Argerich. Con un costo que supera los 13.000 pesos, también se ofrecen en el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires e instituciones privadas, como el Hospital Italiano, el Hospital Alemán y el Instituto Fleming. Algunas obras sociales, como el IOMA, y la prepaga Osde, ya las cubren.
Estas cirugías se aplican en casos de personas con obesidad mórbida, cuyo índice de masa corporal es mayor a 40 o mayor de 35 con co-morbilidades (como hipertensión, diabetes o alteración del metabolismo de las grasas), según explicó a Clarín, Ariel Ferraro, coordinador del programa de cirugías bariátricas del Hospital Clínicas de la UBA. En la selección de cada paciente, participan médicos, nutricionistas, y expertos en salud mental. Se hace una evaluación psicológica previa.

OPINION
Debemos luchar todos contra los kilos de más y a favor de la vida.
Los argentinos comemos mal, no hacemos ejercicio y descansamos menos.

Ginés González García.
Hoy los argentinos ingerimos un 30% más de calorías y alimentos y hacemos un 30% menos de actividad física que hace 50 años. A la vez, en promedio dormimos dos horas menos que hace tres décadas. Comemos más. No hacemos ejercicio y descansamos menos. Esto tiene sin duda un impacto contundente sobre la salud de las personas.
La obesidad es hoy la enfermedad crónica no transmisible más frecuente en el mundo occidental. No cabe duda de que el acceso a los alimentos aún sigue siendo un problema para sectores de la población que son asistidos por diversos programas gubernamentales. Las imágenes de niños desnutridos que fueron difundidas durante la crisis iniciada en 2001 golpearon fuertemente la integridad moral de todos los argentinos. Hoy, gracias a los esfuerzos de todos, esa situación ha podido ser revertida: la desnutrición aguda en niños menores de 5 años ha disminuido al 1%, compatible con enfermedades y no relacionada con falta de alimentos.
Aquí y en todo el mundo la obesidad está aumentando, especialmente en los niños. Esto no sólo tiene una implicancia directa en la salud y la calidad de vida, sino que facilita la aparición y el recrudecimiento de otras enfermedades como la diabetes o el aumento del riesgo cardiovascular.
La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, recientemente efectuada por nuestro ministerio a más de 36.000 niños de 6 meses a 5 años de edad, mujeres de 10 a 49 años y mujeres embarazadas de todas las provincias, revela que más de la quinta parte de los niños encuestados presenta exceso de peso y que lo mismo sucede con alrededor del 20% de las mujeres de 10 a 15 años, incrementándose al 60% en mujeres de 40 a 49 años.
Por su parte, la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, igualmente desarrollada por la cartera sanitaria, coincide en las observaciones al poner en evidencia que la mitad de la población mayor de 18 años, de ambos sexos, presenta exceso de peso. Por lo tanto, está claro que tenemos que otorgar mayor importancia al mejoramiento de las pautas de alimentación, de descanso y de actividad física para toda la población.
Gran parte de los intentos individuales ensayados para perder peso suele fracasar. Pese a que la gula sigue figurando entre los pecados capitales y a que los criterios estéticos condenan invariablemente a los barrigones, la falta de una concepción integral en las iniciativas contra la obesidad hace que sigan teniendo resultados mayoritariamente decepcionantes.
Es necesario impulsar un cambio decisivo en el contexto en el cual se forman las actitudes. Por eso junto con otros ministerios hemos iniciado —desde el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales— un Programa de Alimentación Saludable que apunta a reducir la obesidad, la hipertensión y la diabetes. Esta iniciativa requiere un monumental esfuerzo de articulación con la industria alimentaria, el sistema educativo, la regulación del transporte, el espacio recreativo y la conducta de cada uno de nosotros.
Una política que reduzca las enfermedades y discapacidades y aumente la productividad comunitaria debe involucrar a toda la sociedad. Por eso, impulsamos reformas en la legislación y una mayor coordinación con el sistema educativo y los medios masivos de comunicación. Procuramos corregir la incapacidad del sistema de atención médica para cambiar los estilos de vida de las personas, lo que constituye uno de los capítulos principales del Plan Federal de Salud. La responsabilidad de los gobiernos municipales en esto es vital, porque es a través de ellos que podemos promover con más eficacia los estilos de vida saludables.
Estamos reorientando con energía las políticas públicas hacia los factores que influyen sobre la salud y que están fuera de "la industria de atención médica". Nece sitamos que toda la sociedad comprenda esta prioridad y respalde estos cambios, porque nuestra obligación no es sólo curar enfermedades, sino cuidar la vida y producir salud. Este es el desafío sanitario más significativo del futuro. Si logramos que los argentinos caminemos más, comamos mejor y durmamos correctamente, me daría por satisfecho.

Fuente: diario Clarín.