Mundo Salud

Este es un espacio de noticias y consejos relacionados con la nutrición, la salud y el estilo de vida, para estar al tanto de los avances de la ciencia y practicar el auto cuidado responsable.

sábado, octubre 28, 2006

Los hijos de padres muy estrictos serían más propensos a la obesidad

Comer de más sería una respuesta al estrés provocado por el autoritarismo.

CHICAGO (Reuters y AP).- Los hijos de padres muy estrictos con la disciplina serían más propensos a desarrollar obesidad a partir de los 6 años. Un estudio sugiere que comerían de más como una reacción natural a la presión que reciben de sus mayores.
El trabajo realizado por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, en los Estados Unidos, mostró que las madres estrictas tenían casi 5 veces más posibilidades de criar a preescolares rellenitos que las que trataban a sus hijos con flexibilidad y respeto, al mismo tiempo que establecían reglas claras.
Asimismo, la investigación publicada en el último número de la revista Pediatrics halló que los hijos de padres permisivos, definidos como "indulgentes" y "sin disciplina", también tenían problemas de peso, aunque menores que los anteriores. En tanto, los hijos de padres "descuidados" obtuvieron resultados similares a los hijos de padres permisivos.
El estudio incluyó a 872 chicos, que desde su nacimiento, en 1991, participan de otro estudio nacional. "Entre los cuatro estilos de paternidad, el autoritarismo estuvo relacionado con un mayor riesgo de sobrepeso infantil", concluyó el estudio.
Dicen los autores: "Los resultados proporcionan evidencia de que un ambiente estricto y con falta de sensibilidad emocional aumenta el riesgo de fomentar el sobrepeso infantil". Ocurre que los padres estrictos establecerían límites sobre dónde y cuándo comer que causarían un efecto negativo en los chicos cuando no van acompañados de "calidez y sensibilidad", explicaron los científicos.

Respuesta al estrés
Vivir en un hogar con altas expectativas de autocontrol paterno, pero con poca sensibilidad, podría ser estresante, por lo que comer de más se transformaría en una posible respuesta al estrés.
Al analizar por separado las conductas maternas y las paternas, las mujeres estrictas eran 5 veces más propensas a criar chicos obesos que las madres que tenían un trato flexible y respetuoso, aunque sin dejar de establecer reglas claras de comportamiento. Pero mientras los hijos de estas mujeres evitaban el sobrepeso, los chicos con madres "negligentes" y "permisivas" tenían el doble de posibilidades de padecerlo.
"La diferencia entre los distintos tipos de padres llama bastante la atención", aseguró la doctora Kay Rhee, autora principal del estudio, que también señaló que los padres que muestran respeto y calidez en un entorno con reglas claras también ayudarían a sus hijos a aprender a tomar buenas decisiones sobre los alimentos y la actividad física.
Otros estudios ya habían demostrado que un estilo flexible en los padres mejora el rendimiento escolar de los chicos y disminuye la depresión.
"Algunos padres tendrían problemas para cambiar el estilo con el que tratan a sus hijos, pero muchos otros serían propensos a hacerlo si sólo recibieran el consejo adecuado", dijo el doctor John Lavigne, psicólogo en jefe del Hospital de Niños Memorial, de Chicago, que no participó en el estudio.
Para determinar el estilo que utilizaba cada padre para tratar a sus hijos, los investigadores encuestaron a las madres y las observaron interactuar con ellos cuando éstos tenían 4 años. Midieron el índice de masa corporal de los chicos sólo cuando ellos llegaron a la escuela primaria en primer grado.
El 17% de los chicos de los hogares con disciplina estricta eran obesos, comparados con el 9,9% de los chicos en hogares con padres "indulgentes", el 9,8% de los chicos con padres "permisivos" y el 3,9% de los chicos de hogares "flexibles".
"Los chicos necesitan que los adultos les pongan algunos límites y, a medida que maduran, deben aprender qué es la responsabilidad", dijo la doctora Nancy Krebs, codirectora del grupo de trabajo en obesidad de la Academia de Pediatría de los Estados Unidos, que participó en el estudio.
Sin embargo, como no se tomó en cuenta el peso de los padres, los investigadores no pueden descartar que éste pueda influir tanto en el modo de relacionarse con los chicos como en la tendencia a la obesidad de éstos.
Estudios previos habían indicado que el estilo de crianza no estaba vinculado con el peso.

Fuente: diario La Nación.