Mundo Salud

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miércoles, noviembre 14, 2007

"Dietas milagro"

Inmersos en una sociedad en la que, aunque es evidente que se han dado positivos y racionales pasos, sigue primando la imagen de la delgadez como bandera, no es de extrañar que proliferen las llamadas "dietas milagro".

La búsqueda de siluetas imposibles, que a menudo rayan en lo patológico, es común en las televisiones y los medios de comunicación, y tras esa imagen son muchas las personas dispuestas a casi cualquier cosa. Todo ese colectivo, especialmente preocupante cuando se habla de personas muy jóvenes o adolescentes, constituye un caldo de cultivo clave para quienes, desde una evidente falta de ética, proponen sistemas para adelgazar rápidamente y sin esfuerzo, comprometiendo la salud de quienes las siguen.

El verano es una estación en la que, de forma recurrente, se asiste a la aparición y publicidad de dietas o regímenes a través de personas, publicaciones y establecimientos que no están cualificados para ello.

Entre los signos que permiten reconocer una "dieta milagro" se cuenta la promesa de pérdida de peso rápida: más de 5 kilogramos por mes, la afirmación contundente de que se puede llevar sin esfuerzo y el anuncio de que son completamente seguras, sin riesgos para la salud.

Y este es el primero de los problemas, ya que las dietas muy restrictivas y muy bajas en calorías, aunque consiguen que el peso disminuya a corto plazo, constituyen un riesgo inaceptable para la salud dado que, como la ciencia y la medicina han demostrado con creces, pueden provocar deficiencias de proteínas, vitaminas y minerales por la falta de consumo de ciertos alimentos; desencadenar trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia), a veces de mayor gravedad que el exceso de peso que se pretendía corregir; producir efectos psicológicos negativos, y favorecer el "efecto rebote", es decir, la rápida recuperación posterior del peso perdido.

Además, al abandonar este tipo de dietas, las personas que las siguen no han aprendido a comer saludablemente y vuelven a las costumbres que les hicieron engordar.

Los expertos clasifican las "dietas milagro" en 3 grandes grupos:

Dietas hipocalóricas desequilibradas, en las que están incluidas, entre otras, la dieta de la Clínica Mayo, dieta "toma la mitad", dieta Gourmet o dieta Cero, provocan un efecto rebote, caracterizado por una rápida ganancia de peso que se traduce en un aumento de masa grasa y pérdida de masa muscular.

Dietas disociativas: dieta de Hay o disociada, régimen de Shelton, dieta Hollywood, dieta de Montignac, Antidieta, etc. Se basan en el fundamento de que los alimentos no contribuyen al aumento de peso por sí mismos, sino al consumirse según determinadas combinaciones. No limitan la ingestión de alimentos energéticos, sino que pretenden impedir su aprovechamiento como fuente de energía con la disociación. Esta teoría carece de fundamento científico y los resultados obtenidos sólo obedecen a un menor consumo de energía. Además, este tipo de consumo disociado es imposible en la práctica, porque no existen alimentos que sólo contengan proteínas, grasas o hidratos de carbono.

Dietas excluyentes: se basan en eliminar de la dieta algún nutriente. En este grupo se incluyen las ricas en hidratos de carbono y sin lípidos y proteínas: dieta Dr. Prittikin y dieta del Dr. Haas; las ricas en proteínas y sin hidratos de carbono: dieta de Scardale, dieta de los Astronautas, dieta de Hollywood y dieta de la Proteína Líquida, que producen una sobrecarga renal y hepática muy importante; y las ricas en grasa: dieta Dr. Atkins y dieta de Lutz. Se conocen como dietas cetogénicas. Pueden ser muy peligrosas para la salud, produciendo graves alteraciones en el metabolismo.

Con esta ceremonia de la confusión como telón de fondo, la información veraz y científicamente avalada constituye un elemento esencial. Por ello hay que aplaudir la iniciativa de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, respaldada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, la Sociedad de Endocrinología y Nutrición, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, la Organización Médica Colegial y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, que han puesto en marcha una web (www.aesan.msc.es/aesa/web/AESA.jsp) que proporciona información veraz y de calidad, médicamente avalada, con el objetivo de hacer llegar a los ciudadanos un claro mensaje: el tratamiento para perder peso debe ser personalizado y llevarse a cabo con control médico.

La obesidad puede ser un grave problema de salud, pero el peso ideal, adecuado y saludable no es el mismo para todos, y en la búsqueda de ese supuesto peso perfecto, afirman contundentes los expertos, deben prevalecer los criterios de salud sobre los estéticos o de cualquier otro tipo.

Fuente: Jano.es.