Mundo Salud

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jueves, mayo 06, 2010

El exceso de trabajo también daña el corazón

Nuevos datos certifican que el estrés es un importante enemigo del corazón. Según las conclusiones de una reciente investigación realizada en mujeres, padecer de presión laboral elevada aumenta el riesgo de sufrir angina de pecho o infarto.

"Estos resultados deberían tenerse en cuenta en la planificación de una prevención primaria", subrayan los autores de este trabajo que publica la revista "Occupational & Environmental Medicine".

Los científicos del Hospital de Glostrup (Dinamarca) realizaron un seguimiento a 12.116 mujeres danesas -todas ellas pertenecientes a la Sociedad Nacional de Enfermería- durante aprox. 15 años.

Al inicio del estudio, todas las participantes, que tenían una edad comprendida entre 45 y 64 años, completaron un cuestionario sobre sus características, historial médico, hábitos saludables y situación laboral.

Además, midieron los problemas de corazón que se producían en la muestra. Durante la investigación, un total de 580 participantes fueron hospitalizadas a causa de una cardiopatía isquémica (369 con angina de pecho, 138 con infarto de miocardio y otros 73 con problemas circulatorios).

La influencia del estrés

Al comparar los datos, comprobaron que las enfermeras menores de 51 años que manifestaban estar sometidas a una alta presión laboral presentaban un riesgo mucho más elevado que aquellas que consideraban que la demanda de su trabajo era "adecuada".

Después de tener en cuenta la influencia de otros factores de riesgo cardiovascular -como el tabaquismo-, concluyeron que las profesionales más estresadas tenían un riesgo 35% más elevado de sufrir un problema cardiaco.

"Y debe tenerse en cuenta que el 60% afirmaba estar sometida a una presión laboral muy o bastante elevada", subrayan.

Aunque no han podido determinar por qué el exceso de trabajo era más perjudicial para las enfermeras más jóvenes, barajan varias explicaciones. "Puede deberse a otros factores que se hacen más importantes con la edad, a que las más vulnerables hubieran dejado ya el trabajo o a que las participantes mayores estuvieran jubiladas [al final de la investigación] y, por tanto, no expuestas al estrés laboral".

En sus conclusiones, reclaman estudios más exhaustivos que puedan determinar hasta qué punto la exposición al estrés influye en el riesgo de un problema cardiovascular y si esa influencia es irreversible o puede atenuarse con el tiempo.

Fuente: El Mundo.es.