Mundo Salud

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jueves, abril 03, 2008

Falta de carne, una oportunidad para probar nuevos alimentos

Más allá de representar un paréntesis en la rutina y el ritual del bife y del asado, la ausencia temporaria de carne vacuna en las góndolas del supermercado y en las carnicerías no plantea problemas nutricionales, coinciden los expertos. Es más, hasta puede representar una oportunidad nada despreciable para aventurarse en la degustación de alimentos desatendidos, olvidados o, sencillamente, desconocidos, pero de gran valor nutricional.

"En general, el rol de las carnes, y no sólo de las carnes rojas, es el de ser fuentes de proteínas de alta calidad", afirma el doctor Silvio Schraier, presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición. Además, agregó la licenciada Cristina Banzas, del Grupo Educador en Salud y Alimentación, "las carnes rojas son una importante fuente de hierro".

Sin embargo, tanto el hierro como las proteínas pueden ser obtenidas a partir de otros alimentos. Por empezar, recomienda Schraier, no hay que desesperarse: "En el caso del hierro, por ejemplo, las personas sanas cuentan con reservas, y éstas no se agotan en cuestión de días".

En cuanto a las proteínas, afirma la licenciada Viviana Viviant, nutricionista especializada en obesidad, "el huevo, y en especial la clara, es una muy buena fuente alternativa y económica de proteínas. Otra opción es combinar una legumbre, como las lentejas o los garbanzos, con un cereal, como el arroz, el maíz y el trigo, o el pan".

Sucede que, como explica Schraier, "las proteínas de las legumbres y las de los cereales no son tan completas como las de la carne, pero sumadas pueden dar lugar a una proteína de igual valor biológico".

La carne de pescado, por su parte, "también aporta proteínas de alto valor biológico", dice Schraier. "Los pescados de mar difieren positivamente del resto de las carnes por su contenido en grasas omega-3, altamente protectoras para la salud", agrega Viviant ( www.nutricionyvidasana.com.ar ). "La leche y los productos lácteos también aportan proteínas de alto valor biológico -afirma Banzas-. El problema es que no sólo hay faltantes de carne vacuna, también de lácteos y verduras. Además de que los precios de estos últimos están muy elevados".

Soja y advertencias

La soja, por su parte, "al no tener una calidad proteica y de hierro más elevada que la carne vacuna es menos aprovechada por nuestro organismo", explica Viviant, y agrega: "Hay que tener presente que se desaconseja su utilización en menores de 5 años, y en especial en menores de 2 años, ya que no cubre las necesidades de nutrientes esenciales cuando se la incorpora fuera del marco de una alimentación balanceada y por la posibilidad de alergia alimentaria".

"Creo que, más allá de la sensación de carencia, que es lo primero que percibe la gente, ésta es una situación para pensar en otros alimentos", concluye Schraier.

"Una advertencia -alerta la licenciada Banzas-: hoy las góndolas de los supermercados ofrecen carnes que, en muchos casos han estado congeladas, y que por lo tanto no pueden volver a congelarse. Por otro lado, cuando vuelvan a arribar los alimentos cárnicos, hay que fijarse bien qué es lo que ofrecen las góndolas, en qué estado está la primera carne en llegar."

Fuente: diario La Nación.