Nuevo tratamiento para la desnutrición infantil (ONU)
Proponen esquema de alimentación que simplifica la intervención en desnutrición infantil.
Los organismos de la ONU especializados en salud, alimentación e infancia promueven un innovador tratamiento contra la desnutrición aguda que afecta a unos 20 millones de niños menores de 5 años en el mundo.
El tratamiento combina la alimentación en casa con comida terapéutica y los cuidados tradicionales de los hospitales.
En un comunicado conjunto, la OMS, el PMA y el UNICEF afirmaron que cerca del 75% de los menores con desnutrición aguda, es decir los que aún no tienen complicaciones médicas, pueden ser tratados en sus hogares con alimentos fortificados y terapéuticos.
Estos víveres –de alto contenido nutritivo y calórico – son sabrosos y suaves, por lo que pueden ser ingeridos fácilmente por los niños desde la edad de 6 meses. Además, al no necesitar que se les añada agua para comerlos, son bajos los riesgos de infecciones bacterianas.
Otra ventaja de esta comida es que no requiere refrigeración y puede conservarse aunque las condiciones de higiene no sean óptimas.
La ONU explicó también que la tecnología para producir estos alimentos es relativamente simple y podría implementarse en todos los países con altos niveles de desnutrición.
Hasta ahora, la respuesta tradicional a la desnutrición aguda ha sido hospitalizar a los niños para que se les den dietas especiales cuya base es la leche.
Fuente: ONU (Organización de Naciones Unidas)
Los organismos de la ONU especializados en salud, alimentación e infancia promueven un innovador tratamiento contra la desnutrición aguda que afecta a unos 20 millones de niños menores de 5 años en el mundo.
El tratamiento combina la alimentación en casa con comida terapéutica y los cuidados tradicionales de los hospitales.
En un comunicado conjunto, la OMS, el PMA y el UNICEF afirmaron que cerca del 75% de los menores con desnutrición aguda, es decir los que aún no tienen complicaciones médicas, pueden ser tratados en sus hogares con alimentos fortificados y terapéuticos.
Estos víveres –de alto contenido nutritivo y calórico – son sabrosos y suaves, por lo que pueden ser ingeridos fácilmente por los niños desde la edad de 6 meses. Además, al no necesitar que se les añada agua para comerlos, son bajos los riesgos de infecciones bacterianas.
Otra ventaja de esta comida es que no requiere refrigeración y puede conservarse aunque las condiciones de higiene no sean óptimas.
La ONU explicó también que la tecnología para producir estos alimentos es relativamente simple y podría implementarse en todos los países con altos niveles de desnutrición.
Hasta ahora, la respuesta tradicional a la desnutrición aguda ha sido hospitalizar a los niños para que se les den dietas especiales cuya base es la leche.
Fuente: ONU (Organización de Naciones Unidas)
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